dimarts, 7 d’abril del 2009

Queen's Park Mangecster

A estas alturas, a Mangecster le queda muy poquito que demostrar en el campeonato BCN Deportiva: cinco veces campeones de Liga, varios trofeos 'Pichichi', dos 'Zamora' y equipo máximo goleador de su grupo en prácticamente todas la Ligas disputadas.

Este año hemos mejorado si cabe nuestros registros: campeones de la primera fase con nueve puntos de diferencia sobre el segundo, el nada desdeñable 'Escurçó Negre'; 14 victorias y una sola derrota en en 16 partidos disputados; 113 goles a favor (7 por partido) por 48 en contra ('Zamora' para Pelut); y por si fuera poco, 2 de los 4 mejores goleadores del torneo (servidor de ustedes, con 33 tantos, y Ventanilla, con 29).

Me detengo a analizar brevemente los dos últimos partidos de la primera fase. A falta de una jornada nos proclamamos campeones al vencer en un partido bronco a CSK (8-5). Poco que contar: inicio malo, varios goles en contra en la primera parte y remontada a trancas y barrancas en la segunda. Discusiones en el campo y cava de 15 euros la botella en el vestuario. Para que os hagáis una idea del nivel...


Mangecster 9- Escurçó Negre 6


El último partido de la primera fase tuvo mucha más historia. Nos enfrentábamos a Escurçó Negre, un buen equipo contra el que las hemos tenido de todos los colores: al principio nos ganaban, después la cosa se equilibró y ahora no nos meten mano ni con las cinco copas que llevamos en el cuerpo (el lector avispado captará el doble sentido de la oración).

El partido presentaba todos los impedimentos posibles para Mangecster: la relajación de saberse campeón, la ausencia de Morancho, la enésima espantá de Fuentes, etc. No obstante, Escurçó cometió un error fatal: no nos hicieron el pasillo. Y no hay cosa que más reviente a un equipo campeón que un golpe en su orgullo. ¿Esas tenemos? Pues vamos a verlo...

Ellos vinieron con refuerzos de su equipo filial, el Magnum: uno era el moreno que se cree bueno y que va de chungo... lástima que no sólo no me la quita ni de rebote sino que además siempre acaba recibiendo estopa; y el otro colega suyo, el típico posturitas /chulo-piscinas/ pixa freda que sólo sabe hacer florituras en su propio campo que no sirven para nada. Ninguno de los dos le mete un gol al arco iris. Pamplinas. Bueno, a lo que iba, que me pierdo... Nosotros, por contra, éramos siete justos. Suficiente para realizar uno de los mejores partidos de la historia de Mangecster.

Fue un match vibrante desde el inicio, con Mangecster siempre por delante. Primero con un gol de Queco a puerta vacía tras driblar a medio equipo rival, al portero, al delegado federativo, al jardinero y hasta al que marca las líneas de cal. Nos empataron, pero Julián hizo el segundo con un chute ajustadísimo...al palo opuesto al que apuntó. Toda la primera parte fue un toma y daca, pero nos fuimos con uno o dos arriba, no recuerdo bien.

La segunda mitad fue de quite y aguante, que dicen los argentinos. Queco fingió un problema muscular para permutar su posición con Ventanilla y asegurarse así el pichichi, como acabaría ocurriendo. Ellos lo intentaron con todo pero no pudieron con la infranqueable defensa de Mangecster, que además se permitió el lujo de culminar la victoria con una jugada de tiralíneas que el diligente central Figuera empujó a las redes.


La segunda fase

Retos nuevos en la fase final. La mayoría de nuestros rivales son desconocidos..., aunque dos de ellos ya nos conocen a nosotros porque nos los hemos pasado por la piedra en las dos primeras jornadas. El debut contra 'Xut Cibernètic' fue plácido: 8-3, con hat-tricks de Bogdan y Ventanilla y venga, para casa calentitos.

El partido de la segunda jornada fue otro cantar: en concreto, cantar bajo la lluvia ante el equipo campeón del grupo con el que nos cruzamos en esta segunda fase: el Kempo, con dos tipos por encima de los 30 goles y registros goleadores similares a los nuestros.

El primero que cantó fue Pelut, que como viene siendo habitual regaló el primer gol. Empató Queco y luego encajamos dos más antes que Julián descontara a poco del descanso (3-2).

Clase de baile bajo la lluvia

Caía el diluvio universal, ellos eran más fuertes -tal vez más buenos también-, tenían ventaja en el marcador y nosotros, una vez más, no teníamos cambios. No sé los demás, pero a la media parte, pasaban por mi cabeza -acurrucada al abrigo del toldo que protege el banquillo- tres pensamientos:
  1. cuándo coño se acabaría ese tormento de partido;
  2. cuántos goles nos enchufarían en cuanto empezásemos a acusar el cansancio; y sobre todo...
  3. cómo me quedaría mi recién entrenada media melenita, calada por el agua de la lluvia y cayendo con gentileza sobre la zamarra de Mangecster con el 10 al dorso. Mmmm... ¡lástima que no hubiese cámaras!
La táctica en la segunda parte estaba clara: balonazo arriba y a luchar la segunda jugada. Ellos fueron de listos y se empeñaron en tocar y tocar. Como era de esperar, nuestra estrategia no surtió efecto en los primeros diez minutos, pero para mi sopresa tampoco ellos creaban peligro.

El partido se fue abroncando por obra y gracia de Bogdan, que sacó de quicio a medio equipo contrario con sus comentarios al árbitro. A Queco, que había pasado literalmente de puntillas por la primera parte, lo habían tirado al suelo y estaba empapado. Así las cosas, se puso a jugar en serio.


El partido da un vuelco


Justo es decir que el artífice de la remontada fue Bogdan, que se aprovechó de dos errores defensivos del rival para darle la vuelta al marcador (3-4 y diez minutos por delante). Ellos se volcaron, y fue entonces cuando les matamos. Queco hizo el quinto y el sexto, y Ventanilla redondeó el marcador antes que ellos pudieran descontar. ¡Ale, cracks! 4-7, a rabiar al vestuario y a olernos el culete en la tabla. ¡Pringaos!

Haga sol o truene; ni por fuerza bruta, ni por calidad; en un barrizal o en moqueta. No hay nada ni nadie que pueda con este equipo, que cuenta sus partidos por victorias en 2009.


El 1x1


Pelut: CONTRARIADO. Por alguna razón que sólo él puede explicar, regala el primer gol de cada partido. A veces lo reconoce, pero ante Kempo, se negó a aceptar que había encajado un "gol tonto". Tal vez la pelota hizo un 'estrany' o quizás todos padecemos de estrabismo. En cualquier caso, a un tipo que se pone debajo de los palos bajo un chaparrón no se le puede exigir nada más. Además, hizo una de sus paradas con el pie 'a lo Barru' en un momento decisivo. Bien.

Figuera: CRECIDO. Moran... ¿qué? ¿Borrancho? ¿Morancho? ¿Y ese quién es? No me acuerdo de él. Sólo sé que tenemos un cierre que ni la casa de José Luis Moreno después de que hayan soltado al rumano. No pierde la posición, no se deja superar con facilidad y las más de las veces ni siquiera deja que el rival se gire. Pasa la bola o pasa el jugador. Nunca los dos.

Bertran: ASENTADO. Le van niquelaos los partidos en los que somos justos. Si pasa por el banquillo se pone nervioso o algo y tarda diez minutos en entrar en el partido cuando vuelve a salir...los justos para que le toque descansar de nuevo. En cambio, cuando juega el partido entero, va sobradísimo. Y si encima no se puede rasear el balón, ya se sale.

Tabares: DESQUICIADO. Si en tus primeras siete intervenciones, pierdes los cuatro balones que te llegan y te dejas hacer tres caños seguidos cuando te toca defender...malament rai. Al final será verdad que no hay que decirle nada, porque cuando no se le berrea ha llegado a jugar realmente bien. Será cuestión de intentarlo, pero va a costar lo suyo.

Bogdan: DETERMINANTE. Man of The Match. Hizo en todo momento lo que requería la situación del partido. Su segunda parte fue impecable: primero, con sus chivatazos al colegiado de las protestas del rival en plan 'repelente niño Vicente'; una vez calentada la atmósfera, dos robos, dos goles y el partido patas arriba. Cinco goles en dos partidos confirman que ha recuperado la puntería a base de punshots.

Queco: enDIEZado. Sólo le faltaba la pelambrera para parecer nativo de Chacarita. Como buen pelotero, se sintió incómodo en un campo impracticable, pero en cuanto le empezó a hervir la sangre surgió su casta y su clase para decidir con dos goles de maestro: primero, robo de balón y toque suavecito con el interior al palo contrario...¡búscala que igual llegas!; seguidamente, pared con Ventanilla y para dentro al palo corto, sin ángulo y sin piedad.

Ventanilla: EMBALADO. Su mujer debe estar aún en cuarentena con el tema de parto porque no es normal la energía de este chico. Está como un tiro: rápido y resolutivo. Su único gol del partido fue un dechado de las virtudes que debe atesorar un delantero: buen control de balón, perfecto uso del cuerpo para proteger el balón, giro rápido y chute cruzado a contrapié del portero. Impecable.