dimarts, 19 de febrer del 2008

El límite del bien y del mal

Un equipo funciona cuando cada uno de sus miembros es consciente de cuáles son sus propias virtudes y defectos. Especialmente de sus defectos. Cuando empezamos a jugar hace cuatro años, éramos prácticamente unos desconocidos los unos para los otros. Ni siquiera nos conocíamos del todo bien fuera del campo. Éramos menos amigos de lo que somos ahora. Jugábamos mal. Fatal. Ganábamos algunos partidos porque nuestros rivales eran patéticos, pero no éramos un equipo. Sólo cuando nos enfrentábamos a un equipo eminentemente superior éramos capaces de jugar a fútbol de manera decente. Recuerdo por ejemplo, algún partido contra Bar Gabino, donde hicimos un gran partido aunque perdiéramos in extremis.

Ayer pensaba en esto de camino a casa después de ganar cómodamente a Lestrafic. Unos cuantos estuvimos viendo un rato del Prosikitos-Juguem Tots. Me pregunto cómo cojones hemos sido capaces de ganar todos los partidos que hemos jugado contra Juguem Tots. Hombre por hombre, son muchísimo mejores que nosotros. No hay ni uno que no sepa jugar. Nosotros tampoco somos una pandilla de toyas, pero desde luego somos inferiores a ellos. La diferencia es que, aunque no nos demos cuenta, a veces jugamos como un equipo. Cuando el rival es duro, casi siempre.

Alguno pensará, con razón, que jugamos para divertirnos, que cada uno es libre de tomar sus propias decisiones en el campo (¡faltaría más!) y blablabla. Pero lo cierto es que cuando más nos divertimos, al menos yo, es cuando jugamos contra un equipo que nos lo pone chungo. Y en estas circunstancias es cuando cada uno de nosotros, de forma instintiva, se limita a hacer bien lo que sabe hacer bien y dejar que otros hagan lo que no se nos da tan bien. Yo, por ejemplo, no sé defender, no sé chutar y no sé usar mi pierna izquierda para nada útil. Por eso dejo que Morancho y Kaiser defiendan, Ventanilla chute las faltas y doble penaltys y Edu... y Edu...esto...que iba a decir yo ahora... ¿no tenemos ningún otro zurdo en el equipo o qué?

Vamos a necesitar algo más que jugar en equipo para no hacer el ridículo contra Prosikitos. Ya no digo para ganar, que va a ser que no. Pero si jugamos conjuntados, a ellos les costará meternos goles. Sus jugadores no paran de moverse. Para contrarestar eso, tendremos que estar muy bien puestos en el campo. Nada de seguir cada uno a un tío por todo el campo. Nos marearían, quedaríamos descolocados cada viaje. Para ir bien y no ser humillados, haría falta que cada uno de nosotros se pudiera unos límites. Unas pistas: Toni no podrá subir la banda tanto como acostumbra; Morancho se tendrá que quedar de cierre todo el partido; Bertran deberá dejar sus frivolités en campo propio para mejor ocasión; Fuentes tendrá que presentarse a jugar; Edu tendrá que cambiarse más a menudo para poder respirar a un ritmo regular mientras esté en el campo; Borja tendrá que infiltrarse; y Ventanilla deberá dejarse que hacer cosas que no sabe hacer, como regatear, y limitarse a chutar cada vez que tenga medio metro de ventaja.

Escribo todo esto porque seguramente no podré jugar el miércoles, así que podréis jugar tranquilos: sin críticas, sin reproches, sin malas caras... sin talento. Ahora mismo camino con dificultad, y esto no tiene pinta de mejorar en poco más de una semana.

Mangecster 6 - Lestrafic 2

Pelut:
No tuvo mucho trabajo porque el equipo estuvo muy bien en defensa. Muy bien por alto, con esos despejes con la palma de la mano tan antiestéticos como efectivos. Como la vida misma: en el Coleccionista, es el más desairado del local - y eso tiene su mérito- pero a su vez es, con más diferencia de la que sacaba Amstrong en el Tour, el que más tías seduce. Eso es aún más inexplicable que lo de ganar a Juguem Tots. Los dos goles que nos clavaron fueron estúpidos, pero tampoco fueron culpa suya (no del todo, vaya).

Toni: Os juro que no le dije nada en todo el partido. Ni una sola vez en los primeros 15 minutos me dirigí a nadie excepto a Ventanilla, porque lo suyo clamaba al cielo. Lo único que salió de mi boquita de piñón fue un: "Si no puedes, hay un cambio", justo después de tres rifirafes seguidos entre el Kaiser y el delantero rival y los consecuentes nervios y protestas. Dicho esto, se piró como Julia Roberts en Novia a la fuga. Hasta entonces, había subido bien al ataque y en defensa se estaba dando de cazos con el susodicho ariete (cosa que está bien, alguien ha de hacer eso en un equipo). Todos esperamos que reaparezca contra Prosikitos. Lo vamos a necesitar.

Bertran: Piquetillas salió ayer satisfecho de su actuación. Y la verdad es que lo hizo bastante bien. Incluso muy bien si valoramos su rendimiento sobre la base del máximo de prestaciones que es capaz de ofrecer. Para que nos entendamos: Moussambani no sabía ni ponerse el gorro el illoputa, pero en su aldea de Guinea Ecuatorial bien orgullosos estarían de su actuación en los JJOO. ¿Que no?

Morancho: Jugó de pivote mientras Toni estuvo en el campo, en una variante táctica que quisimos ensayar para el partido contra el líder. Hizo de Touré, aunque no es el mejor dotado para ello. De hecho, antes teníamos en Gec otro elemento dotadísimo (incluso para hacerle sombra al mismísimo Yaya...sí, sí, lo que leen) pero lamentablemente optó por rescindir su contrato a causa de la falta de oportunidades para mostrar su enorme po...tencial y emigró a Castellón. Fue una operación lastimosa para Mangecster. No llegó ni a debutar. Algunos lo acusaron de chupabolas, aunque se ignora qué tipo de bolas gustaba de chupar. Bueno, lo cierto es que el tipo era un paquete, pero...¡qué paquete!

Fuentes: Después de su ya tradicional empanada mental de los primeros 5 minutos, estuvo en su línea. Creemos que no pensará lo mismo su mujer, porque lo suyo, más que una línea, es una curvi-línea. ¡Qué barrigón! Será que lo vemos muy de vez en cuando, el tío está de 7 meses y no nos ha dicho nada. Porque vamos, yo he visto a delanteros en el Seis Naciones que tienen menos panza que este tío. Al menos juega bien y es otro de los que entiende lo de "balones a Queco". Me dejó una buena pelota de cara en el cuarto gol.

Charly: En este equipo no se puede hacer una buena crítica porque nos acomodamos. O eso o es que cuando no hay cambios estamos tan hechos polvo que perdemos hasta la visión. Porque nene, los dos goles que fallaste ayer los mete hasta el paquetón dotadísimo aquél, cuyo dominio del juego es inversamente proporcional a su conocimiento del mismo. Aun así, no nos podemos quejar. Hizo un gol muy bueno. A saber cómo estaremos nosotros a su edad. O si estaremos.

Queco: Le bastaron 10 minutos en banda para sentenciar el partido y secar al bueno de ellos. Otro doble-doble en goles y asistencias. Ni Wilt Chamberlain.

Ventanilla: Si no gana el pichichi es porque no quiere. Ayer pudo meter cinco y sólo hizo uno. Pero no os creáis que esos cinco son meras "ocasiones de gol". No, no. Me refiero a estar sólo delante del portero y no hacer gol. Lo suyo es peor que lo de Romay con los tiros libres. Más le vale que se lo hasya guardado para Prosikitos, porque va a estar más sólo allí arriba que los tailandeses que limpiaban los cristales del World Trade Center. Además, me quitó un gol en una demostración de lo ruin que puede llegar a ser un compañero. Después diréis que yo soy un cabrón porque grito y os critico en la crónicas, pero que me quitase ese gol no tiene nombre. Eso sí, ha mejorado sus estadísticas de "taconazos eficaces": con su bonita asistencia en el gol de Charly su registro sube a 1 de 52 intentos.

dimarts, 12 de febrer del 2008

Esta no es una Liga para viejos

Hoy estoy estresado. Son las 16:30 y he currado por lo menos 3 horas enteras. Es una vergüenza esto de que me tengan resolviendo incidencias como un vulgar becario y respondiendo por teléfono a las preguntas absurdas de la tonta del bote de la clienta. Así que a tomar por culo: he desconectado el teléfono y voy a escribir la crónica. Y si alguien me engancha y no le parece bien que tenga cuidadito, que soy del comité y monto aquí un pollo de la ostia en menos que canta un gallo. ¡Tché! ¡Tú! ¿qué estás mirando? Que te imputo tres horas y me quedo tan pancho ¿que no? Y tú, ¿de qué te ríes? ¡Me cago en....! No, sí al final voy a tener que mosquearme con alguno, verás como sí...

Es más, en cuanto acabe la crónica, estaré un ratico por aquí haciendo el paripé hasta las 18.15 h. y después me voy a ver la de los Coen. La dan en el Icaria a las 19.00 h. La putada es que tendré que ir solo. Ya casi no me quedan amiguitos en Gec, y los que hay o son tan memos que se quedan a currar aquí hasta las tantas o pasan de las V.O. O las dos cosas. Si estuviera el Palomo.... Se lo podría decir a la Noe, pero claro, vendrá el maromo a buscarla y tal, no es plan. ¡Bah! Me da igual, tengo en la bolsa el Dominical de El País.

Mangecster 10 - At. Guadiana 3




El partido de ayer, bastante coñazo, la verdad. Nos enfrentamos a una panda de vejestorios que bastante hacían con mantenerse de pie. Eso desmotiva. No Championship for Old Men. Pero ya que juego una sola vez a la semana, yo salí a correr como un poseso. Si no me divierto, al menos que baje barriga. Por desgracia, no se puede decir lo mismo de algunos, que le han hecho menos quilómetros a sus piernas vestidos con la zamarra de Mangecster que mi novia a la Scoopy que le ventilaron menos de un mes después de comprársela.

Pelut: No pudo hacer nada en los dos primeros goles que encajamos, pero en el tercero quiso hacer la de Barrufet y se la metieron por el palo corto. Con tal de no sudar se tira menos que el portero de un futbolín. De hecho, se rumorea que las mujeres de Borja, Ventanilla y compañía hace meses que no se les acercan cuando vuelven a casa después de los partidos. Les dicen: "hueles a Pelut". Y es que el muy cerdo no se ducha porque dice que no suda en los partidos. Y claro, como va de copi en el coche de Ventanilla, su olor corporal es ya una fragancia más en ca els graciencs. Por cierto, atentos al Futbol Int que Peluti protagoniza la jugada tonta de la semana: le chutan, la rechaza y la bola sale rebotada hacia el cielo; entonces se da un golpe en la pierna no se sabe cómo y en vez de blocar la bola y después preocuparse por el golpe, el tío se agacha al grito de "¡ahh, m'he fet mal! ¡Y se olvida de la bola! Total, la bola desciende, por eso de la gravedad, golpea en su cogote y baja por su espalda; sólo entonces se acuerda de que es lunes, estamos en un planeta llamado Tierra y está jugando un partido de fútbol; reacciona y la ataja con frivolité incluida. Describirlo no hace justicia a lo descabellado de la imagen. Es como el triple del otro día de Rudy pero en plan cutre. Lamentable.

Toni Ramos: El Kaiser me recuerda un poco a los marginados de mi clase de EGB. Esos que en partido del recreo hacían una línea defensiva a tres metros de su propia portería e intentaban molestarme cuando iba a meter el gol después de haberme regateado a medio 4º B. Eran los típicos que mientras los demás estábamos concentrados en el partido se dedicaban a comentar el último capítulo de V y cambiaban cromos de los Transformers a la vez que montaban una bandera defensiva. No se llevaron collejas ¿sabes? Bueno, pues para estos freakis en potencia, su gran momentazo era cuando el equipo contrario lanzaba un balón largo a sus delanteros: se lanzaban a correr con el bocata en un mano y los cromos en la otra y !zambombazo p'alante!. No veas cómo disfrutaban las pocas veces que no hacian un mistu. Se felicitaban los unos a los otros como si hubieran completado el álbum con el último cromo que tenían falti, el de Optimus Prime. Cuando uno de estos me jodía una jugada, colleja que te crió. Y si los demás se ponían farrucos, manotazo al bocata de chorizo y se te ha acabado el desayuno. Are u talking to me? ¡Plas, guantazo! ¡Pringao! Pues el Kaiser, tres cuartos de lo mismo: cuanto más fuerte despeja p'alante, más satisfecho está. Ya sabemos que las pegas de lleno y van muy lejos, pero ¿sería mucho pedir que pegaras algún chupinazo un poquico más flojo con el noble fin de que le llegara alguna bola a nuestros delanteros?

Bertran: Desde que se ha ido de GEC ha ganado estilo. El otro día se presentó con una americana marronácea con coderas y unas deportivas blancas. Parecía Jesús Vázquez. De momento, sin embargo, no ha conseguido aún mostrar su clase dentro del terreno de juego. Yo creo que le falta confianza. No se puede pedir perdón al compañero por un mal pase antes de que se confirme efectivamente que es un mal pase. ¡Dónde se ha visto un tío que antes de efectuar el chute ya está meneando la cabeza en plan: !mierda, la he vuelto a cagar! Confianza, coño, confianza.

Morancho: Sale a los partidos como yo entro a currar: el primer cuarto no cuenta. Yo llego a las 9.15 h., leo el Marca, la web de la NBA, un par o tres de foros, el blog del Banyeres, el de eldeu y como mucho consulto el correo. A las 10:30 h. al Oli y de vuelta, a la 11 h, igual empiezo a hacer algo. Igual ¿eh? Depende de cómo vea el percal ni siquiera eso. Pues el Morancho lo mismo: hasta el minuto 15 del partido no se entera que ya estamos jugando. Ayer le permitió a un tío de 70 años recibir de espaldas, girarse y meter un gol desde el borde del área. Ridículo. Después se puso a la feina y metió un buen gol con la zurda.

Charly: Por fin hay alguien en este equipo que comprende la regla básica del juego: balones a Queco. Eso está muy bien, sí señor. Por ahí vas bien, Charly. Así podremos ver algo de fútbol para variar. Por ejemplo, esa doble pared a uno y dos toques que acabó desaprovechando lamentablemente Ventanilla, quién si no.

Edu: Me pone nervioso, no lo puedo evitar. Hay una cosa que es fundamental en cualquier deporte: la velocidad. Los más buenos casi siempre son los que hacen las cosas más rápido: la gambeta de Messi, las combinaciones de golpes de Muhammad Ali, la conducción de Valentino Rossi, los coast to coast de Rudy Fernández, las aceleraciones en la ejecución del mete-saca de Rocco Sifredi... Pues Tabares no se parece a ninguno de los cuatro primeros, lo que me da que pensar que su novia es un mujer feliz. El tío debe dejarse tantas calorías en la cama que se presenta a los partidos seco. O eso o le faltan más hervidas que a las verduras que prepara mi abuela.

Queco: Tengo un ratio-win en balones recuperados/perdidos que ni las propuestas del LMS versión superplus 4.2 que está montando el Papell. Volviendo para casa me paró la Guardia Urbana y me quería multar por el atracón de balones que robé. Un par de golitos de esos chulos, de esos que me gustan ¿sabes? Y para no variar, otro par de regalos a Ventanilla, que como gane el pichichi se va a tener que quedar con la pegatina del precio y darme la parte del trofeo que en justicia me pertecene, es decir, la copa entera.

Ventanilla: ¡Jué! Todavía no había llegado a él y ya le he puesto a caldo un par de veces. Pues lo que te espera nano, sigue leyendo: me dieron el acta después del partido y el resultado era de 9-3. Iba a protestar, pero me fijé en que el gol que nos habían quitado era de Ventanilla y me dije: ¿sabes qué? Déjalo correr, Quequinho. Tampoco es plan de tocar aquí los cojones a esta gente por un gol de mierda. Total, no le hemos pagado un duro aún y no voy a darles conversación ahora por este detallito. Y me fui a buscar la moto con una media sonrisa... ¡que lo sepassssssss! Esa ha dolido, ¿eh chico?

¡Força Mangecster!

dimarts, 5 de febrer del 2008

Resacón

Yo podría haber sido un buen jugador. No sé si profesional, pero sí podría haberme ganado unos buenos durillos con esto del fúbol. Mi problema fue que le fui siempre fiel a un mismo club, y eso me impidió prosperar. En efecto, fui durante los mejores años de mi carrera miembro honorífico del club "Se dejaba llevar". Tampoco es que fuera el presidente del consejo de Administración (ese era un amigo mío y acabó muy mal) pero sí podría haber optado a la secretaría general. En el campo era un jugador con mucha clase y poco empeño. En el vestuario, era un compañero controvertido, pero siempre dispuesto a dar la cara por una causa justa. Pero donde era realmente peligroso era en las cenas de equipo. Más que una piraña en un bidé. Me dejaba llevar...

Anoche tuve un déjà vu: un partido duro, una victoria trabajada, una celebración desenfrenada. El tercer condimento de este menú era absolutamente baldío. Gratuito. Nadie más del equipo venía al antikaraoke. Tenía a mi amada esperándome en casa, sufriendo. A las malas, podía ir, ver la grandiosa actuación de Doctor Teixi y volver a casa. ¡Qué va! Del Sidecar al Milano. El Milano chapado. Del Milano al Negroni. Whiskazo. Y del Negroni al antro más funesto de Barcelona. A hacer la última. El Papillón. Madre mía, no hacía años que no iba... No hubiera sabido llegar. Entre otras cosas, porque es una puerta plateada cerrada a cal y canto. Tienes que tocar un timbre para que, al minuto, salga un negrazo a abrirte. Imaginaos qué tipo de personajes puede haber en un garito así un lunes a las 4 de la mañana. Si no os lo imagináis, este artículo (en inglés) puede ayudaros a que os hagáis una idea. El caso es que ayer (hoy) yo era uno de ellos. Y hace 10 años, también. Pero en vez de Teixi me acompañaba el defensa central de mi equipo. Un fuera de serie. Su problema, mi problema, es que se dejaba llevar. Y por eso no llegamos a ningún sitio.

Mangecster 4- Juguem Tots 3

Buff, qué resaca... A ver, por dónde íbamos, a qué habíamos venido aquí... Ah sí, el partido. Buen partido, sí señor, muy buen partido de Mangecster. Batimos a un equipo técnica y físicamente superior. La primera parte fue suya de principio a fin. Colocaron un tío encima de mí y otro con Ventanilla. Sus dos alas eran más rápidos y más fuertes que los nuestros. Tenían un buen portero y un muy buen cierre. Nuestra único recursos eran los balones bombeados. En uno de ellos marcamos el primer gol, que empataba a 1 el partido. Al descanso nos fuimos 2-1 abajo y con malas sensaciones.

Pero Mangecster es un equipo de raza. Una variante táctica desequilibró el partido. No sé quién la propuso. No fui yo, pero me pareció buena idea. Había que probar algo diferente: Morancho adelantó su posición al pivote del 2-3-1, desplazándome a mí a la derecha. Les matamos. Dejaron de seguirme por todo el campo y tuve más tiempo para pensar y más espacios para crear. Resultados inmediatos: controlo en banda, Xarly me dobla, se la pongo en carrera y trazallo: 2-2; presiono a su cierre, robo, recoge Ventanilla, dos para uno, se la chupa y gol, 2-3; con el rival volcado, vuelvo a robar, me voy solo, dos para uno con Ventanilla, se la doy (hola amiguitos, hoy vamos a ver la diferencia entre chupársela y darla) y cortan con la mano. En el saque de falta, jugada ensayada y gol de Xarly: 2-4 y pa casa. Su último gol fue anecdótico.

La soledad del Man of the Match

Pelut:
Inconmensurable. Mai dels mais li havia vist fer una aturada como la que hizo con el 2-3: sacó una mano milagrosa en un chute raso, fortísimo y ajustado al palo derecho de su portería. Desde la óptica de los que estábamos detrás del chutador era un gol clarísimo. Pero Pelut sacó la manopla. Sólo uno o dos dijeron "¡Bé Pelut!" Pero es que los demás se habían quedado sin palabras de la emoción. Fue como cuando Stallone le para el penal al alemán en Evasión o victoria. Nadie esperaba que de ese cuerpo desgarbado surgiera tal reacción felina. Gallina de piel. La pelota fue a corner. Mientras nos situábamos para defenderlo, los jugadores de Mangecster nos mirábamos incrédulos:"Ho haveu viiiiiist? Y para rematarlo, tres minutos después hizo otra similar. La mare que el va parir!

Bertran: A ver, parece mentira que aún no me conozcáis. Algunas de las cosas que escribo ni siquiera las pienso. Hay un componente literario en este blog. Me permito algunas licencias, que para eso es el mío. No deberíais tomaros las cosas tan a pecho, hombre. ¡Ojo! Que a mí no me parece mal la actitud milhombres en un defensa. Pero si lo haces, que salga de ti. No te sientas obligado a actuar así sólo por respeto a mi abrumadora superioridad de criterio. De todos modos, no hay mal que por bien no venga. Cuando se está cabreado, se juega mejor. Más concentrado.

Morancho: Como casi siempre, fue un valladar en la retaguardia. Fue creado para la destrucción, como las AK-47. Porque lo que es construir, ni el Lego. Lo más parecido a una jugada elaborada que tiene cabida en su mente es la falta de Wembley, en la que hubo tres toques de tres jugadores distintos. Pese a todo, sigue siendo imprescindible. Hasta le salió un buen pase largo y todo, que Queco cabeceó a la red con maestría. Casi mejor que siga con lo de los desplazamientos, porque abusa de la conducción. Y además, abusa en doble sentido: porque lo hace muchas veces y porque tratar con tamaño desprecio al balón es abusar de él.

Toni Kaiser: Bien, sin alardes. Fue el que más empuje le imprimió al equipo. A la que te despistabas, lo veías en el extremo opuesto al de su posición en la pizarra pidiendo la bola. Algo se toma antes de los partidos porque no es normal esa energía es un hombre de su edad. Costacurta a su lado estaba para el geriátrico. Y en la media parte, con todo el equipo por los suelos de agotamiento y desazón por la dinámica del juego, él abogaba por el jogo bonito. Sólo una pega: ya hace bastantes partidos que no nos deleita con uno de esos pases mirando al tendido. Se rumorea que la última vez cogió una tortícolis del tirón que le dio el cuello, la cual cosa le impidió cumplir con sus resposabilidades de esposo por unos días. Su mujer le ha exigido que no lo intente más.

Xarly: Decisivo, las cosas como son. Metió al equipo en el partido con el golazo del 2-2. Nadie daba un duro por él en esa jugada, pero le pegó con todo y aquello parecía el tiro del halcón de Mark Lenders. Más tarde, anduvo listo para sentenciar el partido culminando una jugada que ensayó con Queco el pasado viernes en la Mestressa. Creo que fue entre la quinta y la sexta cerveza. Me estaba contando que su hija es lo que más quiere en el mundo y yo le dibujé en una servilleta por dónde se iba a mi casa. Claro, no es lo mismo "tejidos y novedades en el piso de arriba" que "te jodes y no ves nada y encima te pisan". Vamos, que íbamos hasta las cejas de zumo de cebaza y allí nadie sabía lo que decía. Pero la jugada salió de puta madre, oye.

Edu: Otro que cuando se cabreó jugó mucho mejor. No voy a escribir que 10 segundos después de que se fuera al banquillo en un arrebato de cólera empatamos el partido (¡ups!), sino que cuando salió de nuevo su rendimiento fue óptimo (empate). Eso sí, cada vez que se paraba el balón le explicaba a quien le quisiera escuchar que le habían dado una patada y que no hacía falta que todos le gritásemos a la vez: "¡Tabares, al banquillo!". Pero es que de hecho fue un malentendido, porque en realidad lo que nosotros le decíamos era "¡Marcaje a ese pardillo!" -refiriéndonos a su defensor, que subía mucho por la banda. Pero nos entendió mal...

Queco: Un gol y tres asistencias. Si hubiera un BcnDeportiva Fantasy League valdría tres veces el precio del resto de jugadores del torneo juntos. No ponerme de capitán en cada jornada sería un acto de masoquismo. ¿Os fijásteis con qué maestría vi la posición de Xarly en la falta del gol de la sentencia? Soy al fútbol lo que los ceros y los unos a las computadoras: la esencia, el fundamento, la piedra filosofal, la semilla de Adán.

Ventanilla: En la primera parte, fue como Lucía Lapiedra en la Playa Pelícano: aislado, huérfano de compañeros, abandonado a su suerte. Cosa que, por otra parte, ya le va bien, porque total, si estuviera en la isla no iba a compartir con sus colegas ni el plano general de cuando nominan. Y es que el chaval tiene otra cosa en común con Lapiedra: las chupa todas a base de bien. Y muy al contrario que a Pipi, esa manía suya no nos proporciona placer alguno, aunque sí nos levanta una cosa: el ánimo de cagarnos en todo su árbol genealógico.