dimarts, 25 de novembre del 2008

Oda (inacabada) a ManGECster

Después de un partido me cuesta dormir. Lo mismo da que haya sido un partido fácil o difícil; bronco o tranquilo; igual si hemos ganado, perdido o empatado; cuando he metido tres, porque los he metido; si he fallado cinco, porque los he fallado. Es curioso, esto no me sucedía antes, cuando en teoría jugaba “en serio”. Supongo que el hecho de jugar de noche tendrá mucho que ver, pero sin duda no es el único motivo.

Cuando empecé a jugar en ManGECster yo acababa de dejar el fútbol amateur. Nunca me gustó entrenar. O mejor dicho, nunca me gustó la idea de ir a entrenar. Una vez estaba en el vestuario, con los amigos, enseguida me entraba el mono de pelota. Lo duro eran los pasos previos: hacerse la bolsa; decirle a los colegas: “hoy no puedo, tengo entreno”; desplazarte hasta el campo; volver a casa muy tarde y muy cansado. Al final, no valía la pena. Total, tampoco me divertía tanto.

Muy poco después de dejarlo, ya estaba como loco por encontrar algún equipo con el que jugar. Monté un equipo de fútbol 7 reciclando amigotes de aquí y de allí, pero aquello sólo duró un año. De GEC fiché a Catany, un crack con tendencia a sufrir lesiones musculares. Por entonces, Pelut y yo ya le habíamos sugerido montar un equipo de empresa a Solache, el tipo de RRHH de la época en la que trabajar en GEC era divertido. Se lo tomó en serio: nos compró las camisetas, se inventó un nombre para el equipo y hasta consiguió que la empresa nos pagara parte de la inscripción. Un gran tipo Solache, el Joan Gamper de ManGECster.

Los inicios

El primer año éramos una auténtica banda: al portero, Carles, lo escogimos por el mero hecho de ser el único medianamente dispuesto a ponerse de portero; la defensa, aún sin Morancho, era una auténtico coladero; la media no existía, era un mero espacio de paso entre una y otra portería: y delante teníamos un OPNI (Obeso Peludo No Identificado), que se las arreglaba como podía.

Ganábamos de vez en cuando, porque a menudo no había rival, pero jugábamos rematadamente mal. Yo me iba a casa muy cabreado, pero no decía nada porque aún no había suficiente confianza como para rajar de los compañeros. Y las pocas veces que lo hacía, el OPNI se enfadaba como un niño al que le quitan la piruleta. Aquel primer año sería, a la postre, nuestra única temporada sin títulos.

ManGECster 2.0

La primera gran mutación de ManGECster llegó la temporada siguiente con la incorporación de Morancho. Un jugador tosco, con pocos recursos técnicos, pero un jugador al fin y al cabo. El resto –quitándome a mí, claro- no eran más que hombres en calzones. Ese año ya hicimos más de un buen partido. Recuerdo especialmente una derrota por la mínima contra Bar Gabino, un equipo hecho y derecho con gente que sabía jugar bastante bien a fútbol. Creo que aquel día fue la primera vez que pensé: “Eps, aquí hay algo parecido a un equipo”. Acabamos la temporada ganando la segunda fase, en la que fuimos el mejor de los peores equipos del campeonato.

[Disclaimer: me avisan por gtalk que me han traicionado los recuerdos. Como su link indica, la derrota contra Bar Gabino fue el primer año, con lo cual rectifico: hubo por lo menos un partido decente de ManGECster ya en el primer año]

El año siguiente también ganamos. No sólo eso: hicimos doblete. Nos habíamos convertido ya en un conjunto medio serio, difícil de batir. Seguíamos sin jugar un pimiento, pero ya se empezaban a ver cositas. Tampoco es que hubiera mucho nivel en el campeonato, pero algún equipillo sí había, como la Unión. Y éramos capaces de ganarles. Además, yo ya tenía ascendencia en el vestuario, y más de uno había aprendido a jugar un poquito. Estábamos preparados para ascender de división.

Salto de calidad

La pasada temporada significó la confirmación de ManGECster como equipo a tener en cuenta. Es más, en un partido épico, le pasamos la mano por la cara a un equipo (Prosikitos) eminentemente superior a nosotros. Contra todo pronóstico, ganamos un campeonato donde había, al menos, tres equipos más -a perte de nosotros- de bastante nivel. Poca broma. El año no terminó muy bien a causa de las lesión del jugador franquicia (yo) y la desidia que hizo mella en el equipo durante toda la segunda fase. Pero aun así, ManGECster dio muestras de su orgullo hasta el final.

La metamorfosis

Y llegamos a la temporada 2008/2009. Hemos cambiado mucho en cinco años. Lo pensaba el otro día al volver de nuestro último partido, que resolvimos sin problemas (12-3) ante CSK, un equipo que llevaba tres victorias en sendos partidos. Los borramos del campo. Y no es que fueran un equipo pésimo. Sólo que ManGECster es, hoy por hoy, muy superior a los equipos mediocres. La semana anterior le habíamos metido otros 12 a Lulu’s, que tenía dos tíos bastante buenos. Es muy probable que ambos equipos nos hubieran ganado años ha, pero a las puertas de 2009 ManGECster es un equipo con cara y ojos, a pesar de lo que digan las crónicas.

Decía al principio que no puedo dormir las noches de partido. Repaso mentalmente lo que hemos hecho mal y lo que no está tan mal. Me pasa siempre, no lo puedo evitar. Pero el otro día, cruzando el túnel de la Rovira, recordaba los partidos contra Bar Gabino, cuando no teníamos otro recurso que encerrarnos en nuestra área y buscar el gol por sorpresa. Ahora no. Perdimos contra Juguem Tots, sí, pero con grandeza. Fuimos superiores, y ellos lo saben. Y cuando nos los volvamos a encontrar en la segunda vuelta, seremos favoritos. Porque somos mejores.

El primer año sólo le metía broncas a Ventanilla, porque al fin y al cabo era el único al que le venía ciertas maneras. Le precedía la fama de goleador en su paso por la UOC, y ciertamente el tío tenía gol. Nada más que eso, pero no nos engañemos, es un detalle importante. Ahora, en cambio, me mosqueo con todos, porque todos me han demostrado que saben hacerlo bien. Y eso, aunque resulte cursi y un poco vanidoso reconocerlo –y más aun escribirlo-, me llena de orgullo.

Y es que mientras daba vueltas en la cama después del partido, me venían a la cabeza las combinaciones, los goles, los contrataques, las jugadas de estrategia y, en definitiva, el control que ejerce ManGECter en casi todos sus partidos. Antes jugábamos como un equipo empequeñecido; hoy, los rivales se empequeñecen ante nosotros. ¿Quién lo hubiera dicho hace cinco años? Yo, que soy el que más sé de esto, no, desde luego. ¡Jugamos a fútbol! Y a veces lo hacemos realmente bien. Por eso esta oda:

1x1: el histórico

Pelut: EL PAL DE PALLER.
ManGECster le debe mucho a Pelut. Para empezar, si no fuera por él, no existiríamos. Fue de los que convenció a Solache. Y no ha sido el único sacrificio que ha hecho por el equipo, ni el más importante. Cuando nos quedamos sin portero, él, que disfrutaba jugando, se ofreció. Eso va mucho con él, pero no por ello debemos dejar de agradecerlo. No sólo eso: ha progresado como portero. Hasta hace poco, paraba las parables y poco más, pero de un tiempo a esta parte, la historia es otra. contra Juguem Tots, salvó tres disparos rasos y angulados con el pie, tres de esos que hace un año hubieran sido tres noooooooo. Y el en el último encuentro hizo una parada realmente buena. Pero no buena para ser Pelut. Buena de verdad. De reflejos, algo que muchos no imaginábamos que tuviera. Lástima que acabara en gol, pero es el sino de Pelut.

Bertran: LA PROGRESIÓN. Si alguien simboliza el crecimiento como equipo de ManGECster, ése es Bertran. Cuando empezó a jugar, era algo así como el homo erectus futbolisticus. Y no lo digo por las melenas, que también. Era malo, muy malo, malísimo. Diríase que no había jugado nunca antes. Ahora no es que sea Maldini, pero cuando le haces un pase atrás no te sientes como si estuvieras entregando tu portero a las FARC: el balón ya no le quema cuando el equipo circula, es una lapa en la marca y además se ha puesto fuerte como una roca: le das un puñetazo en el abdomen y te fracturas los metacarpianos. Ha florecido como las amapolas en primavera.

Jaume: LA COMPETENCIA. En el colegio tenía un protegido. Era una chaval timidote que no gustaba juntarse demasiado con el grupo de los ‘enteraos’, pero aun así era uno de mis favoritos. Me prestaba sus apuntes, siempre impolutos, y me dejaba copiar en los exámenes. Sabía lo que tenía que hacer y lo hacía muy bien. Un tío apocado pero aplicado, que con los años se convirtió en mi amigo, mientras que el grupo de los ‘enteraos” se desintegraba poco a poco. Jaume me recuerda a él: siempre cumple con lo que de él se espera, y no se complica intentando cosas que no le tocan hacer. Es duro, vigoroso y eficaz: la diligencia personificada. Su fichaje ha sido un acierto y en pocos partidos ya ha hecho olvidar al Kaiser. Una de mis debilidades.

Morancho: LA GARANTÍA. Las cosas como son: ManGECster empezó a ser un equipo difícil de ganar cuando llegó Morancho. Antes éramos una banda, un castillo de naipes sin cap de colla. Con él tenemos un seguro de vida, pero no de esos que van en los packs de Lehman Brothers, no. Uno de los que valen dinero. Hasta hace poquito era un valladar en defensa, pero es que este año, además, se está destapando en ataque. Cuenta sus partidos por goles y aun le sobra alguno. Y por si fuera poco, fue el artífice del título del año pasado con dos golazos de estrategia en el partido contra Prosikitos. 

Bogdan: LA MAGIA. El Tamarit de ManGECster. Cuando menos te lo esperas, cuando peor pintan las cosas, se saca un murciélago de la chistera, ya sea una croquetinha, un punterazo a la escuadra o un gol olímpico. Es la fantasía hecha jugador, el muñequito de la PlayStation que se la tira larga por banda y no hay quien le alcance (aunque a veces él tampoco alcance la pelota antes de que salga por la línea de fondo, pero eso es lo de menos). No se esconde en los partidos determinantes y siempre se puede recurrir a él cuando el cansancio apremia, las ideas se agotan y se falta el aire. Es lo que tiene no aplicarse en labores defensivas.

Edu: LA PEGADA. El pipiolo del equipo reúne algunos de los rasgos más característicos del más veterano de los jugadores: la picardía, el poder de intimidación verbal del que ha crecido en la calle, esa panza que mengua su punta de velocidad... Tiene por los menos dos o tres partidos brillantes al año, de esos que le sale cualquier cosa que intenta. Esos días, ante el jolgorio del delegado, lo mete todo p'adentro. Todo menos el vello vaginal de Vanessa, la recepcionista que nos la pone tiesa. ¡Namás faltaría! Tiene probablemente el mejor chute de la plantilla: seco, duro, colocado -no busquen sarcasmo con lo del "chute colocado". Lástima que no pueda prodigarse tanto como quisiéramos en el tiro por poseer una maniobra de ejecución del disparo más larga que las que hacía mi primo cuando se hizo la mili en Melilla. 


Julián: LA TEMPLANZA. Él sí es veterano de verdad, y aporta una serie de cualidades de las que hasta este año carecíamos: el gusto por el toque, la presión en la salida del balón del rival, la pausa,... Ha tenido que venir un murciano a aportar la cuota de seny (léase seni) que le faltaba al equipo. ¡Hay que joderse! Su polivalencia dota de muchas soluciones a ManGECster. Funciona bien de pivote y de carrilero por las dos banda, y también puede jugar detrás. Si Gabri no fuera un jugador infravalorado lo compararía con él, pero para que no se me moleste lo compararé con..., qué sé yo, el Macho Figueroa. No, espera, que era ariete...¿el Tito Pazos? Tampoco, ese era central... mmm, ¿no te vale Tendillo?

Fuentes: EL SEÑUELO. Las malas lenguas dicen que permanece en el equipo porque no se retrasa en el pago de las cuotas y porque sus reiteradas ausencias facilitan la ecuanimidad en el reparto de minutos en cancha. Lo cierto es que Javi no es más que nuestra treta para los rivales que envían ojeadores a espiarnos. A la hora de la verdad, él aparece -tarde- y salta al campo a mostrar sus cualidades, que no son pocas. A menudo nos sorprende con detalles de calidad que nadie es capaz de imaginar que pueda hacer ni en sus sueños, como cuando Puyol se hace un coast to coast de año en año sorteando rivales a base de bicicletas y ruletas. Es una pena que no pueda venir más porque podría servir de acicate para Ventanilla, que tiene poca o ninguna competencia en su puesto.

Ventanilla: LA GUINDA. El encargado de poner el broche de oro al fútbol desplegado por ManGECster. Es un auténtico "Finalizator", el colofón de todas las jugadas: un rematador implacable las más de las veces; algunas otras, esa molesta cereza que te ponen en el pastel de manzana sin otra función que servir de proyectil o de canica para practicar el tute. Fue un OPNI, pero de eso ya hace mucho tiempo. Desde que perdió kilos, ha ganado velocidad, fuerza y, sobre todo, confianza. De un tiempo a esta parte está tan rápido y se siente tan superior a la mayoría de sus marcadores que quiere hacer demasiadas cosas. Es un pecado de soberbia, pero no hay más remedio que perdonárselo ahora que ya no necesita que se le fabriquen todos los goles. Otro que juega mucho mejor ahora que antes de conocerme, mal que le pese.


[Epílogo: No se os ocurra creéroslo todo ¡¿eh?! Lo que se ecribe en este post tiene de cierto lo mismo que el resto de crónicas...Así que nada de autocomplacencia, que ya sabéis a dónde conduce... ¡Al loro! ¡Que no estamos tan bien!]

dimecres, 19 de novembre del 2008

El derby

Cuando era pequeño, cada domingo se repetía el mismo ritual. Mi padre me despertaba a las 9:30, bajaba a comprar el Sport y los cruasanes. Cuando subía, yo ya me había desperezado y preparado la bolsa. Desayunábamos tostadas con mantequilla. Él con El Periódico; yo con el Sport. A no ser, claro, que el Barça hubiera jugado la noche anterior, en cuyo caso él se quedaba con el Sport. Me preguntaba si me había puesto las espinilleras. No. Coscorrón: "¡Eres un ruina!".

A las 10:30 h. salíamos de casa. Él aprovechaba el trayecto hasta el campo para darme las últimas consignas. A saber:
  • "Al 7 no se la pases que no te devuelve ni una pared. Es un gana"; 
  • "De lo que te diga el el entrenador, ni caso. No tiene ni puta idea. Tú hazme caso a mí, estaré en uno de los córners donde ataquéis"
  • "A ver si te pone de 10, de 9 no vales para nada porque no sabes chutar. Tienes menos fuerza que el peo de un maricón"; 
  • "Busca al Mapi, que sube bien por la banda y es el único que te pone buenos centros"; 
  • "Si hay una falta cerca del área, pícala tú. El paquete del 6 las envía todas al colegio. Debe de tener algún hermano seminarista"
Terminado el partido, y dependiendo de los pormenores del mismo, seguía el ritual: 100 pelas por gol marcado (más adelante serían 500). Adicionalmente, si según mi padre había hecho un buen partido, íbamos a comer al frankfurt de Pedralbes. Si no, para casa. Con mala cara. Y con reproches:
  • "No sé pa qué chutas. No le metes un gol al arcoiris. Tienes menos fuerza que el peo de un maricón" (esta frase la recuerdo bien porque era muy recurrente) ;
  • "Ese tío es tonto (el entrenador). No sé qué le ve al 7. No te un pase ni por equivocación. ¡Y lo pone cada partido! (nótese que estamos hablando de niños de 12 años); 
  • "Este año no le ganaréis a nadie. Los de hoy (el otro equipo) eran una banda. Namás tenían al alto" (en el otro equipo siempre había un alto);
  • "El 5 te ha pegado un palo namás empezar y te has cagado. No has vuelto a meter el pie en todo el partido. Pa hacer eso, pide el cambio"; (lo de "pide el cambio" era otro clásico);
  • "Tú has estado muy bien Mapi" (según mi padre, Mapi siempre estaba bien).

La salsa de la vida

Si Mapi no venía y yo, según mi padre, había jugado bien, lo dicho: al frankfurt de Pedralbes. ¡Ohhhhhhh! Era el preludio de un buen día. ¡Nada me hacía más feliz! De camino, claro, todo eran elogios. Lo desproporcionado de las reprimendas cuando lo hacía mal no era nada comparado con la magnitud de las alabanzas cuando lo hacía bien:
  • "¡Qué golazo! ¡De Primera División! Eso no lo hace el 7 ni en sueños!";
  • "¡Si es que no sé qué haces aquí! ¡Tienes más clase que todos los demás juntos!";
  • "¿Ves qué pasa si me haces caso? Has de pisarla más, ¡que te llevas a tu tío cada viaje!";
  • "La próxima vez que te ponga de 9 le mandas a tomar por culo (al entrenador). Tú tienes que hacer de Laudrup";
  • "Si tuvieras un poco de voluntad, me podrías haber sacado de la ruina. Pero, ¡no re!, prefieres quedarte con tus amiguitos... Y tu padre, a levantarse a la 5 cada mañana" (aquí ya se ponía un poco melodramático)

Aparcábamos en doble fila, nos hacíamos sitio a codazos en la barra y yo gritaba: "Coca-cola, cerveza y dos lomos con mucha!". La clave de esta frase es "con mucha". Con mucha salsa de esa que le ponen al lomo en el frankfurt de Pedralbes.  En la historia de la gastronomía no se ha inventado nada mejor que esa salsa desde el Colacao. Ir al franfurt y no probar esa salsa es como..., qué sé yo: ir al Coleccionista y que no esté el Pelut. El asunto pierde toda su magia. 

O aún peor: es como jugar en un equipo de fútbol y no tener rivalidad con algún otro equipo. ¿Dónde se ha visto eso?


Conjurem-nos Tots

Al principio fue el Bar Gabino; más adelante, la Unión; el año pasado, Prosikitos; y este año, Juguem Tots. Son los rivales a batir. El enemigo. Charlies del Vietcong que salen de la selva dispuestos a matarnos o morir en el intento. 

El fútbol es pasión. Son los empujones en una tángana; los insultos a tu marcador; la burla al porterito cuando se la clavas por debajo de las piernas; la trabanqueta indisimulada al bueno de los otros; el cañito cuando vas ganando por seis al pilpil que antes te ha hecho una falta; el menosprecio al árbitro. Todos estos detalles son la gracia del juego. La salsa del lomo. Cuanta más, mejor.



Juguem Tots 3 - ManGECster 2

Fue un partido muy trabado. Ocurre a menudo en los derbies. Los jugadores de ManGECster, como ya es habitual, salieron al campo muy fríos. Si hubiera estado allí mi padre, me cago en todo lo que se menea, hubiera pegado tres berridos que..., que....vamos, "¡que no sabe ni ande s'ha metío!" (sic). 

Ventanilla, en crisi absoluta de juego y efectividad, desaprovechó las primeras oportunidades para poner al equipo por delante. Ellos no. A la primera que tuvieron, marcaron a la salida de un córner en un despiste imperdonable de todo el equipo de ManGECster. ¿Quién cubría a ese tío? Yo lo sé, porque tenía una buena perspectiva desde el banquillo, pero no lo voy a decir, que eso es muy feo... (lo pilláis, ¿no?). Al descanso nos fuimos 1-0 a su favor.

En la segunda parte fuimos muy superiores. El equipo estuvo sólido atrás e incisivo en ataque. Morancho empató en una de sus cada vez más habituales coast to coast. Doble pared con Queco y gol. Cinco goles en cinco partidos para él. Bien, pero tampoc cal que te toques por eso. Tu función es otra. Con el empate, la dinámica era claramente favorable a ManGECster, pero Pelut cometió un error propio de la tensión del partido y se volvieron a poner por delante en el marcador. Nada que objetar al portero -tranquilo, ya vendrá el 1x1-, que antes y después de ese error desbarató "a lo Barru" varios disparos de Juguem Tots. Estilo poco ortodoxo, como todo él, pero cada vez más efectivo. No como Ventanilla (no sé si esto lo he comentado antes....).

El equipo no se vino abajo. Pudimos empatar enseguida, pero Borja marró increíblemente una oportunidad de oro. Por entonces, Juguem Tots ya jugaba descaradamente a la contra, y su portero perdía el tiempo miserablemente ante el beneplácito del mequetefre del árbitro. ManGECscter atacaba con todo, pero el portero rival tiene nivel y sacó tres o cuatro manos muy buenas. Tranquilo, gordito, ya nos volvermos a encontrar. "Rat Penat" Rius corrigió pronto su error anterior con una "croquetinha" a velocidad de vértigo que no captaron ni las cámaras de "Lo que el ojo no ve". Y menos su portero. 

Pero no el día de ManGECster. Dos minutos después de la segunda igualada, el de negro pitó una falta en contra a todas luces inexistente que acabó sentenciando nuestra derrota. Tuvimos alguna ocasión más, pero el cansancio y las manoplas del gordito acabaron con nuestras esperanzas. 


Detalles del partido

No hago el 1x1 porque no me acuerdo mucho ya. Pero a grandes rasgos, decir que:
  • Pelut: perfecto si no hubiera sido por un error clamoroso que nos costó un gol. Ese error hace las veces del ejercicio de los exámenes de Física. Bien que te sepas toda la teoría, pero si la cagas en el ejercicio, estás suspendido. Me sabe mal, pero es lo que hay. 
  • Bertran y Jaume: contundentes atrás. Bien.
  • Morancho: bien también, pero sin alardes. Mucho pase directo al ariete y poca circulación
  • Julián: acarajao como en todas las primeras partes. Le pasa como a mí en el Luz de Gas. Cuando empiezo a estar a tono, encienden la luces y chapan el garito. Hay que hacer la faena antes, murciano.
  • Tabares: venía de hacer un gran partido del que no hay crónica (ooooh), pero en este que sí la hay estuvo fatal. Ahora dice que soy yo que le pongo nervioso. Mira, chato: lo siento pero es lo que hay. Mi padre me estuvo diciendo lo que tenía que hacer desde el córner donde atacábamos durante 15 años. He salido así. Así que espavila.
  • Borja: flojito, chico. Buen gol, pero hay que aportar más cositas.
  • Queco: saliendo de una lesión, hizo un trabajo de desgaste inconmensurable. Lo dejó todo en la presión y el quite, y eso le hizo perder frescura en la creación. No lo puede hacer todo: Miguel Ángel sólo hubo uno.
  • Ventanilla: quiso hacer la guerra por su cuenta y sólo le sirvió para cansarse y cabrearse. Ni eres John McClain ni esto en la Jungla de Cristal. Cuando hay una mala racha y no entran hay que intentar ayudar de alguna otra manera al equipo. 

Esta vez nos ganaron, pero en el partido de vuelta, for Christ's Sake, los vamos machacar. ¿Oléis eso? ¿Lo oléis muchachos? Es napalm.



Yo también huelo a victoria.

dimecres, 22 d’octubre del 2008

¿Tocamos o seguimos con lo del patadón?

Lo malo de ver los partidos en el banquillo es que observas las cosas con demasiada perspectiva. Cuando estás en el campo, te das cuenta que no te devuelven ni una pared en condiciones y que, con el balón en los pies, todos escogen la opción que no toca. Pero no pasa de ahí. Además, estás tú para devolver caramelos cuando te tiran piedras..., para que eso se parezca un poco a jugar a fútbol. Pero no. Eso es otra cosa.

Es como cuando Pelut se fija en una mujer a las 5 de la mañana en el Almo2bar después de larga noche de pomadas en el Coleccionista. Entre la borrachera, el humo y lo lejos que está la muchacha, ve lo que no es. Él se piensa que está buena, y se lo comenta al oído a Palomo. Hay noches, no todas, que Palomo, algo más sobrio que Pelu-etílico -aunque no menos necesitado de amor- aún tiene criterio para distinguir el polvo de la paja (nunca mejor dicho: una paja a tiempo es una victoria). Borja no está de acuerdo: no sólo le da la razón a Pelut sino que ya está en su trinchera preparando la ofensiva:

Palomo: Sergi, tío, eso es un troll
Pelut: Que no Palomo, mírala bien, té uns ulls preciosos!
Palomo: Hombre, lo que sí tiene es un buen par de tetas... pero para mí que no tiene ni 14 años...Además, tiene un piercing en la nariz. ¡Seguro que es independentista!
Pelut: Pero, ¿qué dices? No tens ni puta idea! M'he enamorat! -se gira- Borja! Borjaaaaa! M'he enamorat!
Borja: De qui? D'aquella? Mmmmm, sí que està bona! Jo li entro i te la deixo en safata...Anem!

(...)

El estilo irrenunciable vs la necesidad de triunfar

Cuanto más se acercan a la muchacha, más se extreman las posiciones de cada uno de ellos: Pelut, en su nebulosa de alcohol, se da de bruces con la realidad: es un orco. Pero ya da igual, son las 5 (Si es que...t'espaviles molt tard!). Jugará la última mano; a Borja se la suda. Total, aquí el que se juega los cuartos es el Pelut (pero si él estuviera en su situación, haría exactamente lo mismo); Palomo es el único que racionaliza la situación. Ve los toros desde la barrera porque él para torear vaquillas no vale. Su estilo es irrenunciable. Intenta evitar el desaguisado estirando del brazo a Sergi, pero éste ya se está lanzando hacia el abismo. Él no piensa en el estilo: necesita participar en el juego para triunfar. Y los resultados le dan la razón: hasta ahora le ha ido más o menos bien...

La dualidad de Pelut sirve para describir la situación actual de Mangecster. Nuestros resultados son buenos, y diríase que la lógica invita a seguir por el mismo camino. Esto es: patadón de Morancho a Ventanilla y que sea lo que Dios quiera. Así hemos ganamo muchos partidos, y los seguiremos ganando. Y además nos hemos divertido. Pero, chavales, hemos subido de nivel: antes a duras penas le plantábamos cara a Bar Gabino; el año pasado, Prosikitos nos estuvo oliendo el culo en la clasificación, y fue incapaz de ganarnos en el partido decisivo; este año hemos de subir un escalón más: hay que jugar mejor a fútbol. O al menos, hay que intentarlo. P-O-D-E-M-O-S!

Mangecster 5 - Patanes 4

Buena primera parte. Bien Tabares en la finalización, efectivo Ventanilla y buen orden defensivo. La segunda parte, un desastre absoluto. Una cosa es tocar y otra muy distinta es hacer el gilipollas con el balón en tu propia área. Y no me extiendo más porque...porque mira...porque acabaremos malamente.


Pelut. DESAFORTUNADO.  Bien en el calentamiento, como en él es habitual. En la primera parte se enfrió porque el contrario no pasaba del medio campo y eso le pasó factura en la segunda. Por no parar, no paró ni el golpe que le dio Bertran en el cuarto gol en contra.

Bertran.  NEGADO. ¿Verdad que yo no soy Ferran Adrià? Pues por eso no compro levadura para bufar brownies de chocolate con canela caramelizada. Pues tú no eres Baresi. Completa la regla de tres. Y por cierto, la próxima vez que hagas un piscinazo asegúarte que tienes un rival a menos de dos metros de distancia. Si no, no cuela. 

Jaume: INFRANQUEABLE. Algunos dudaban de su incorporación al equipo cuando le fiché. Se nota porque cuando corta un balón se escucha muy alto y muy fuerte "¡Bien Jaume!". Cuanto a uno se le anima mucho es porque no se espera mucho de él. Pero está callando bocas.

Julián: SOBRIO. Juega al tran-tran, como los trenes de cercanías antiguos. Lento pero seguro. Aporta critero en la circulación y eso hay que aprovecharlo. Por cierto, cuando dice "¡Sí, sí!" no es que vaya a soltar un lefazo. Lo que quiere es que se la paséis. Lo digo porque parece que más de uno no lo acaba de captar.

Morancho: DESUBICADO. A mí me diréis lo que queráis, pero yo no le veo en el centro del campo más que como solución de emergencia. Barre, corta y rasca. Vale. Pero ahí hace falta también un poquito de control del tempo. Un poquito más de calidad, vamos.

Tabares: PEGADOR. Típico partido en el que no se le puede pedir más. A parte de que tardó 10 minutos en enterarse de que el rival empezaba con uno menos, marcó un par de goles importantes, e incluso me pareció apreciar que robaba un balón. ¡Inédito!

Uri: DESAPERCIBIDO. Cuando uno tiene pinta de corredor de maratón, una de dos: o es un trotón o es un minga fría. Éste creo que era más lo primero, pero tampoco lo tengo muy claro porque no tocó mucho la bola.

Ventanilla: OBCECADO. No entiendo por qué los mejores goleadores pueden llegar a ser lo que son sin tener ni puta idea de jugar a fútbol. Hugo Sánchez era incapaz de hacer un control ni un regate, pero te metía 40 goles. Ventanilla se piensa que el fútbol se pita el campo-atrás, pero mete goles y no se le puede decir nada. El día que deje de meterlos, me lo cargo.



dijous, 12 de juny del 2008

Victoria de honra

Mangecster es un equipo con un palmarés de órdago en Bcn Deportiva. Exceptuando un primer año de acoplamiento en el que sólo se obtuvieron éxitos individuales, el equipo ha encadenado en tres años gloriosos tantos títulos como reconocimiento. Esta temporada no ha sido menos: campeones de la fase regular en el grupo más complicado que nos ha tocado en suerte durante todas estas campañas, cuatro ya.
Hacia el cambio de ciclo

Sin embargo, los años no perdonan y los ciclos terminan. La segunda vuelta que está realizando Mangecster no ha estado a la altura de la historia, el prestigio y la calidad de la plantilla. A la plaga de bajas de los hombres importantes, se ha unido una falta de compromiso con el equipo y una desidia en el campo que ha acabado por hundirnos en la clasificación de esta fase final. Planea en el ambiente la duda sobre algunos jugadores, a los que se acusa de haberse borrado en cuanto los resultados nos han dado la espalda: fingidas molestias, supuestos apuros laborales y otros vergonzosos subterfugios han dinamitado el equilibrio de Mangecster hasta el punto de situarnos como el peor equipo del grupo, sin ni una sola victoria en nuestro haber..

Incluso el público, al que no se le puede engañar, ha desertado. Hace muchos partidos que Tabares sénior no nos deleita con su presencia, por no hablar del apoyo del frente femenino de GEC, que han pasado de ser esporádico a... no ser. En Pellaires ya nadie pregunta qué hizo Mangecster en el último partido.

Un último hálito de orgullo...

Anoche nos enfrentábamos a Universitaris, un equipo al que un trimestre atrás hubiésemos barrido del campo sin contemplaciones. Pero no en estos tiempos. Ya habíamos caído derrotados (3-5) en la ida, en un partido lamentable de todo el equipo. Ayer, la cosa pintaba peor si cabe. A los 10 minutos de la segunda parte, un Mangecster plagado de "asimilados" perdía 5-2 con su "Big Three" bajo mínimos: Morancho, alias "el Melsa", exhalaba sus últimos supiros de agotamiento, mientras que Ventanilla y Queco, tocados, se lo miraban desde el banquillo con una mezcla de resignación y cólera.

La visión de "el Melsa" corriendo detrás del balón como un pollo sin cabeza en la posición de ariete fue más de los que el espíritu competitivo de Queco podía soportar. Pese a que en el descanso había dimitido del partido, el (de nuevo) All-Star de Mangecster se levantó y pidió el cambio. Ventanilla, que barajaba la opción de refugiarse en el banco amparándose en una presunta sobrecarga en los isquiotibiales, siguió el ejemplo de la patum y salió al campo. Con la vuelta al terreno de juego de "el Melsa" tras cinco minutos de respiro, el partido dio un vuelco. Mangecter empezó a tomar el mando del partido como antaño y Ventanilla, que había protagonizado una primera parte para olvidar, se puso por fin a faenar.

...Y unas cuantas bocanadas de talento

Una buena internada de Morancho por la izquierda fue finalizada por Ventanilla. En concreto, fue su cada vez menos prominente barriga la que impulsó un balón que acabó atravesando, a trompicones, la línea de gol. Efecto airbag, le llaman. Mangecster se creció y encerró al rival, que se vio obligado a recular, incrédulo ante el vendaval que se les venía encima. En poco menos de cinco minutos llegó el empate con sendos goles del pichichi, esta vez más académicos: un leve toque con la punta de la bota en un barullo en el área y la definición de la ya clásica jugada de Queco conocida como "anda, empújala tú que a mí me da la risa".

El gol definitivo llegó después de dos dobles penals en contra que Pelut resolvió con su imponente presencia: atajó el primero con seguridad, y de paso desafió al eventual segundo chutador, que intimidado, lanzó su disparo a la nubes. No así Ventanilla, que con un golazo por la escuadra desde el vértice del área grande dio la victoria que devuelve el honor y la dignidad perdidas a un equipo campeón.

El 1x1

Pelut: ASCENDENTE. Indiferente al desaliento, animó al equipo incluso en las circunstancias más adversas. Pudo hacer más en un par de goles en la primera parte, pero estuvo impecable en la segunda: realizó varias paradas de mérito y una intervención decisiva en el tramo final. No se le puede pedir pese a los problemas en los metacarpianos que le hicieron perderse los dos últimos partidos.

Bertran: CUMPLIDOR. De los pocos que se ha mantenido a flote en estos tiempos de fuertes mareadas. Despistado en la primera parte, se contagió del coraje de que el equipo mostró en la segunda y formó una infranquable línea defensiva con Joan. No se incorporó apenas al ataque... y el equipo lo agradeció.

Morancho: FUSTIGADO. Muy mermado en sus facultades físicas, imprescindibles para el tipo de jugador que es, lo intentó todo y en todas las posiciones. Se fue al suelo con frecuencia a causa de la fatiga y los encontronazos con la muralla defensiva universitaria, pero supo recobrar el aliento para participar decisivamente en la épica remontada de Mangecster.

Dani: ROBUSTO. Qué duda cabe que su fortaleza física contribuye a dotar de firmeza a una zaga falta de vigor de un tiempo a esta parte. Bien en el quite, aunque un poco alocado en la conducción. Pudo marcar algún gol en una de sus múltiples incursiones, pero le faltó sosiego y fortuna en la definición.

Joan: FOGOSO.
¡Qué importante es contar con jugadores temperamentales! Tras unos primeros 20 minutos en los que se encontró descolocado y pasó desapercibido, retrasó su posición en el campo y pudo mostrar "sus calidades" en la anticipación y el marcaje "hobbit a hombre". Buen elemento para partidos tensos.

Edu: COMPARSA. Poco que reseñar de su actuación. No lo hizo ni bien ni mal ni todo lo contario. Gris como todo el equipo en la primera parte y funcionarial en una segunda parte en la que cedió el protagonismo a los compañeros llamados a aparacer en las ocasiones desesperadas. Cumplió en ataque y, como de costumbre, le faltó contundencia en defensa.

Jordi: APLICADO. Entró al partido de su debut con Mangecster tarde y mal, como en él es habitual. Poco podía hacer para arreglar el desbarajuste del equipo, pero estuvo disciplinado en defensa y correcto en el despliegue. Consciente de sus limitadas dotes en el manejo del cuero, se limitó a mover le balón con acierto. No superó nunca a su par en el uno contra uno, pero tampoco se le exigía.

Queco: COMPROMETIDO. Una errática primera parte y un equipo deprimido no fueron óbice para que saltara de nuevo al campo bien entrada la segunda mitad, arrastrando su mágica pierna derecha por el dolor y con tres goles de desventaja en el marcador. Impuso su criterio en el toque y, apoyándose en la solvencia de la línea defensiva y la definición de Ventanilla, contribuyó a cambiar de signo un partido que estaba en el purgatorio. El All-Star seguirá siendo el referente del nuevo ciclo que está por venir.

Ventanilla: KILLER. Fue el fiel reflejo de lo que aconteció en el partido. Ofuscado en la primera parte y deslumbrante en la reanudación. Rectificó con creces sus incomprensibles errores de cara a puerta en los primeros compases del partido con cuatro goles consecutivos en el tramo decisivo que dieron la victoria a Mangecster: tres goles de ratita de área le dieron la confianza suficiente para sentenciar un zapatazo de crack en una falta directa.

dimarts, 1 d’abril del 2008

¡¡¡¡Campeones!!!!!

Mangecster se proclamó anoche campeón, por tercera vez en cuatro años, del torneo de Barcelona Deportiva tras empatar (3-3) un partido intenso y espectacular contra el equipo de semiprofesionales Prosikitos Team. En la que tenía que ser una temporada de transición, la primera de Mangecster en 2ª división después del ascenso de categoría conseguido el año pasado, los jugadores de GEC han demostrado que con calidad, tenacidad y espíritu competitivo cualquier proeza es posible en el deporte amateur. El ciclo victorioso continúa.


Mangecster llegaba al último partido con cuatro punto de ventaja sobre Prosikitos, que tenía un partido aplazado. El empate valía para proclamarse campeones, pero enfrente había un equipo que en la primera vuelta nos había infringido la derrota más abultada de la corta y triunfal historia (2-14). No obstante, este doloroso recuerdo no hizo mella en el ánimo de nuestro equipo, que salió al campo sin miedo y encerró a Prosikitos en su área desde el primer minuto. La avalancha de juego cogió a todos los rivales desprevenidos menos al guardameta, que salvó hasta cinco ocasiones de gol clarísimas con intervenciones de mucho mérito.

La baja forma de nuestra estrella Queco, a causa de unas persistentes "molestias clínicas", exigió un mayor esfuerzo por parte del resto de jugadores. El referente del equipo, que había sido baja en los últimos tres partidos, no se quiso perder la cita clave pese a sus intensos dolores lumbares. Este gesto de compromiso fue correspondido con creces por todos y cada uno de sus compañeros, que amparados en la fortaleza defensiva de Morancho y la consistencia en el centro del campo de Charly Costa, realizaron un partido memorable.

Una de las claves del encuento fue el marcaje zonal a Alfi Conteh, compañero de Leo Messi en el Barça B en 2004 (es el mulato), internacional sub-19 por España, segundo máximo goleador de la historia de los equipos inferiores del Barça sólo por detrás de un tal Bojan Krikic y jugador que llegó a ser convocado por el Barça de Frank Rijkaard hace apenas cuatro años. Casi nada. ¿Y cuántos goles nos metió Alfi? Uno y de penalty muy dudoso en el último minuto del partido ¡Espabila malandrín!


Esfuerzo sin premio

Después de una primera parte dominada de forma abrumadora por Mangecster, el marcador señanlaba un desalentador 0-2 a favor de Prosikitos, que marcaron en las dos únicas oportunidades que dispusieron mediante sendos disparos lejanos. El resultado adverso y la superioridad técnica del rival no pesaron en el ánimo de nuestros jugadores, que salieron en la reanudación dispuestos a obrar el milagro.

Prosikitos, que veía el partido ganado y el campeonato en el zurrón, se dedicó a contemporizar el partido, administrar su ventaja y practicar el tiki-taka, con la esperanza de sentenciar el partido con alguna genialidad de sus talentosos jugadores. Mangecster, por su parte, intentaba llegar a las inmediaciones de la portería rival por medio de la clásica estrategia de "pelota arriba y maricón el último".


Remontada épica


A poco más de quince minutos de la conclusión, Queco salió del banquillo como recurso desesperado. Muy mermado físicamente y con el partido muy cuesta arriba, no pudo más que tirar de veteranía. Una falta provocada por él en el borde rival fue aprovechada por Morancho para reducir distancias, e inmediatamente, Mangecster aprovechó el desconcierto del rival para empatar el partido.

El 2-2 daba el título a Mangecster. Prosikitos desplegó todo su arsenal, pero se topó una y otra vez con la muralla infranqueable que formaron Morancho y el asimilado de Eurecamedia Toni Kaiser Ramos. El equipo defendió con orden, mientras que el traspasado por Gec a la UOC Edu Tabares aguantaba el tipo delante.

En un aladre de picardía, Queco provocó una nueva falta en el centro del campo, y otra vez Morancho, en jugada de estrategia, perforó las redes de Prosikitos con un obús desde larga distancia que entró ajustado a la cepa del poste. Quedaban 5 minutos y los jugadores de Mangecster se fundieron en un piña. El milagro estaba muy cerca de convertirse en realidad.


Tangana final


El tramo final del partido fue emocionante y bronco. En otra fricción protagonizada por Queco, se organizó un tumulto que terminó con la expulsión de un jugador de cada equipo, la cual cosa acabó de descentrar a los pretenciosos de Prosikitos. Sólo a través de un riguroso penalty transformado por Alfi en el último minuto pudieron empatar los favoritos, pero no hubo tiempo para más. Mangecster, contra todo pronóstico, cantó el alirón.

Los jugadores celebraron efusivamente la victoria en el terreno de juego, entre felicitaciones y vítores de la grada. La fiesta siguió en el vestuario. Los cánticos de los jugadores al son de: "¡Ito, ito, ito, que bote Prosikito!" se escucharon hasta en el Carmelo.


En la élite


El siguiente reto del equipo de GEC es la liguilla final, en la que se enfrentará de nuevo a Prosikitos y a los cuatro primeros clasificados del grupo de Primera División. Mangecster ya tiene un hueco en la élite del campeonato.

dijous, 27 de març del 2008

¡Viste ché! ¡Uno más y salimos campeón!



Supongo que algunos habréis visto alguna vez estas imágenes. Son del Mundial'86, creo que después de la semis. O de los cuartos tal vez. Sólo quería encontar ese vídeo y al final me he tirado una hora en el Youtube viendo vídeos de Maradona. Qué grande. El más grande. Casi se me saltan la lágrimas: primero de emoción viendo esos vídeos y después de pena viendo algunos otros. Pero qué vamos a hacer: Life is Life.

A un pasito

En cualquier caso, lo que interesa: Mangecster está a un punto de salir campeón en su primera temporada en la división de plata de Bcn Deportiva. Ayer se ganó con solvencia a Deportivo Benavídez: 7-4. El partido se puso de cara desde el primer minuto, con un gol de Charly. Ellos empataron pronto, pero una jugada de tiralíneas culminada por Morancho y tres goles seguidos del pichichi Ventanilla aprovechando sendos errores defensivos de su zaga pusieron una distancia sideral en el marcador. En la segunda parte nos relajamos demasiado, pero el marcador no peligró en ningún momento pese al postrero arreón argentino.

Hoy, por posiciones: En la portería, Pelut, precipitado.

Uno no se explica su curiosa su costumbre de darse por batido y cantar el gol de los rivales antes de que la pelota entre. Cuando se oye un "Noooooo" en Bcn Deportiva, a los ciclistas del velódromo les da tiempo de mirar al campo y ver cómo Mangecster encaja un gol. Es como ver un partido por el Digital + y escucharlo por la radio. Hay un delay. En la segunda parte, poco más pudo hacer en los goles, aunque para mi gusto se precipitó un poco en los saques de puerta con la mano. Parecía más interesado en tirarla lo más lejos posible que en que llegara a uno de los nuestros. Igual se está entrenando para L'home més fort del món... El partido contra Prosikitos será un reválida para él. Se nos ha ofrecido Pinto pero le hemos dado calabazas. Confiamos en Sergi para mantener la portería a salvo... y también tenemos bastante confianza en el Pelut.

En la defensa: Toni, rocoso; Bertran: consolidado; y Morancho: sacrificado

La gran mejoría de Mangecster esta temporada es sin duda la firmeza que demuestra la línea defensiva. Ayer recuperamos al Kaiser después de su espantá. Estuvo contundente como siempre. En su ausencia, Bertran ha aprovechado para hacerse un hueco en el núcleo duro del vestuario. Su rendimiento en el campo es óptimo de un tiempo a esta parte, y (por primera vez) se siente importante en el equipo y valorado por los compañeros. Había que verle cómo vivía el partido desde el banquillo. Miedo tenía a cambiarle por los berridos que metía. En el terreno de juego, perfecto en las anticipaciones y en el corte. Ningún error de consideración. Morancho, por su parte, aguantó al equipo desde atrás y en el pivote. Un actuación sólida, aunque me vi obligado a cambiarle a poco del descanso al observar que respiraba con dificultad. Parecía uno de esos bisontes de los dibujos animados.

En el medio: Edu, desdibujado; Charly, consistente; Fuentes, guerrero y Borja, a medio gas.

Viendo el partido Juguem Tots- Escurçó Negre me di cuenta de cuál es la principal virtud de Mangecster. A saber: somos el equipo más compacto del campeonato. No he visto a otro equipo jugar con un 2-3-1. Prácticamente todos juegan un 3-3 (o la variante 1-2-2-1). Nuestro 2-3-1 nos permite estar muy juntitos, aunque requiere mucha atención, concentración y ayudas. Los más listos han de ser los tres del medio. El pivote ha de saber mantener la posición, es básico; los dos alas han de esperar en campo propio cuando el rival saca el balón desde atrás y, lo más importante, deben saber cuándo han de seguir en defensa al tío que corre la banda y cuándo pueden descolgarse, dejar que el defensa se encargue del tío de banda y ayudar al punta y al pivote en la presión.

Porque la clave es que con un 2-3-1, casi cualquier pelota recuperada en el centro del campo es gol nuestro u ocasión de gol. Si la recupera el pivote, tiene el pase al espacio a Ventanilla y la abertura a los dos alas que se desplegan por banda. Así vino el 2-1 de ayer. Recuperó Morancho y atacamos en superioridad: tres opciones de pase, pared con Ventanilla y gol. Lo que nos falla es la defensa de las bandas. Ayer, porque eran malos y gordos, pero Prosikitos nos puede machacar si las dos alas no defienden y no hay entendimiento entre ellos y los dos defensas. Fuentes y Charly, por ejemplo, suelen ser disciplinados en la ejecución de las tareas defensivas que requiere las posiciones de pivote y ala, respctivamente. Otros, no tanto. Alguno, nada.

Los jugadores de Prosikitos están en constante movimiento, intercambiando posiciones. Por eso los dos alas han de correr más que los demás y, en consecuencia, han de cambiarse más a menudo para poder respirar. No vale con correr sólo para delante y descansar cuando ellos ataquen como ayer hicieron Tabares (se le perdona por su anterior partido) y Borja (también se le perdona porque jugó con el freno de mano puesto). En fin, no espero que lo entienda todo el mundo, pero está clarísimo que es así. Si la semana que viene los dos alas sólo corren para delante nos caerá un carrazo, como la última vez. Por eso hay dos recambios para las alas, sólo uno para la defensa y el pivote y ninguno para el punta. Porque el director técnico, que también soy yo, pensó en la estructura del equipo a principios de temporada.

En la delantera: Ventanilla, decisivo

Definitivamente, juega mucho mejor (y diría que hasta con más ganas) cuando Queco no está en el campo. Anoche hizo tres o cuatro goles y dio alguno más. Además, trabajó mucho en la presión y las bolas que perdió no fueron a causa del individualismo que en él es habitual, sino por pases al primer toque bien pensados aunque no tan bien ejecutados.

En el banquillo: Queco, ignorado; Tabares Senior, desatado

Ser míster es muy ingrato. Soy el que más sé, con mucha diferencia, y nadie me hace ni puto caso. Y para una vez que Charly hace lo que le digo, se queda un tío sólo y Pelut me mete la bronca... ¡Hábrase visto! También fui increpado por los cambios, lo cual es una gran injusticia porque es una tarea harto complicada para un entrenador, sobretodo cuando más que ordenarlos, los pides por favor o, en el mejor de los casos, los propones. Sobre mi labor como fotógrafo no tengo noticias del resultado, aunque mis sensaciones no son buenas. No pude estar pendiente de la velocidad de obturación, que no sé exactamente qué coño es, pero me suena que cuando hice fotografía en primero de carrera era un concepto importante

Y encima, el delegado había comido garbanzos al mediodía y me acribilló tal que a los de Hamás. Aquello parecía la franja de Gaza. Al tercer cuesco, que fue de los sonoros, le dije: ¿no vea cómo estamos hoy con los pedos no? Muy profesionalmente, me miró como si no supiera de qué le estaba hablando y ni me respondió....

dijous, 20 de març del 2008

Mai dels mais...

En el furgol, como en la vida, existen unas reglas no escritas que se cumplen a rajatabla, más incluso que las normas que constan en el reglamento. Una de las primeras es que todo jugador mejora su rendimiento cuando el equipo pierde sus referentes en el campo. ¿Por qué? Porque cada uno da lo mejor de sí mismo cuando no está el líder en el campo. No tiene lógica pero es así. Pienso que siempre es conveniente que un equipo tenga un líder sobre el campo, pero visto lo que vi ayer, tal vez esté equivocado.

Tener o no tener un líder

Ayer faltaban los dos referentes de Mangecster: el anímico, Pelut; y el que hace jugar al equipo, Queco. Los líderes aportan cosas buenas a un equipo, pero también cosas malas. Entre los aspectos positivos del liderazgo (cuando existe compromiso por parte del que lo personifica, lo que descarta a la morsinha gaucha, por ejemplo), cabe destacar los siguientes: la transmisión a los compañeros de un carácter competitivo, imprescindible en el deporte; la posibilidad de recurrir a alguien que asuma la responsabilidad cuando van mal dadas; la seguridad de tener una figura experimentada que sepa marcar el tempo del partido; e incluso la protección que supone saber que se cuenta con un referente que sabe cuándo hay que apretar al árbitro, hasta qué punto se puede acosar al rival hasta sacarlo del partido, etc.

Pero todo líder, y la misma idea del liderazgo, tiene sus defectos. A saber: muchas veces, el resto de los jugadores actúan cohibidos ante la presencia del líder, dejando de hacer cosas que pueden y saben hacer bien; otras, se rebelan ante el liderazgo pensando que su criterio es igualmente válido, y acaso preferible; y en la mayoría de las ocasiones, aparecen dudas en el momento de la toma de decisiones en el campo por temor a las represalias del líder, sobre todo si éste es un cascarrabias, que es el caso. Todos estos incovenientes se dan en Mangecster, tal y como quedó ayer ampliamente demostrado.

Mangecster 10- Lulu's 2

Los jugadores que saltaron ayer al campo por parte de Mangecster evidenciaron que sin sus líderes juegan mejor. Mucho mejor. Coincidiendo con la entrada en el campo de Fuentes, cada uno se ubicó en su posición ideal: Bertran y Morancho, atrás; Charly y Edu, en las alas; Fuentes, en el pivote; y Ventanilla, arriba. Todos, sin excepción, hicieron un partido memorable, aunque destacaron por encima de la elevada media general, tres hombres, uno por línea: Morancho, infranqueable durante todo el partido; Edu, destapando el tarro de las esencias que nunca creímos que atesorara; y Ventanilla, jugando uno de los mejores partido que le he visto jamás aun sin meter ni un solo gol.

Borja: Encomiable su esfuerzo. Cuando más dudaba el entorno de su compromiso con el equipo (el plazo de recuperación de sus "molestias clínicas" empezaba a crear serias dudas), se levantó de la cama y, con el pijama puesto, se plantó bajo palos para ayudar a Mangecster en un momento crítico. El primer chute que le hicieron acabó en la redes, pero ello no fue óbice para que mostrara una predisposición idónea y unas cualidades más que aceptables, aunque poco ortodoxas, como guardameta. Especialmente efectivo se mostró en el saque de puerta con las manos, iniciando jugadas de peligro al más puro estilo Papell. Cayó de forma ridícula, en plan Blooper Mix, un par de veces, pero no se le tiene en cuenta por su sacrificio por el equipo.

Bertran: Es, sin lugar a dudas el MIP (Most Improved Player) del año en Mangecster. Lejos queda la imagen de aquel jugador inseguro, torpón, despistado cual pulpo en garaje y quejica. Hoy, Bertran es un defensa aguerrido, firme y con arrestos para salir de la cueva con el balón controlado. Sigue cometiendo alguna que otra imprudencia temeraria en campo propio, pero su excelente estado de forma le permite rectificar sus errores a tiempo. Si sigue así, su señora tendrá la satisfacción de poder leer todas las crónicas de aquí a final de temporada con la seguridad de que su concubino quedará bien parado.

Morancho: Una muralla. Por más que me fijé, no pude contar ni un sólo error que sumar en su debe. Perfecto en la anticipación, insuperable por arriba, rápido en el corte y todo lo fino que cabe esperar de él en el desplazamiento de balón. Importante su tesón en el chute a portería desde lejana distancia en la primera parte. No entraron, pero crearon sensación de inseguridad en el rival. Culminó su gran actuación con un golazo: saliendo con el balón controlado, se escoró hacia el vértice derecho del área rival y con el balón pegado a la bota se fue centrando; amagó el chute hasta en tres ocasiones y cuando vio la ocasión la cruzó al palo corto, dejando al portero sin opciones. Fantástico gol.

Charly: Lo malo de los jugadores regulares es que es difícil que destaquen, ni para lo bueno ni para lo malo. Queda en los anales de la memoria la última actuación mediocre de Charly. Pero así como no se le recuerda un mal partido, es difícil destacarle por encima de los demás, ya que, siendo un gran jugador, no está ni mucho menos al nivel de Queco, y ayer que tenía su oportunidad de gloria, quedó eclipsado por la exhibición de algunos de sus compañeros. Aun así, metió el que quizás fuera el gol más decisivo del partido, el que adelantaba 2-1 a Mangecster: robo de balón, contrataque con dos compañeros ocupando sendas alas y disparo imparable de punxot desde el borde del círculo central del campo, dejando con un palmo de narices tanto a los dos compañeros que corrían el contrataque como al propio portero rival.

Fuentes: Partido laborioso el suyo. Cumplió con creces en el harto complicado cometido de sustituir a Queco. Intachable en labores defensivas, anulando al director de juego rival y tapando los huecos que Tabares (dedicado a otros menesteres) dejaba en el costado izquierdo. Sumó otro de los goles importantes, el 1-4, finalizando un contrataque magistralmente dirigido por Ventanilla.

Edu: Qué decir del partido que se marcó ayer Tabares. Huelgan comentarios, basta con recordar los datos: siete goles... ¡Siete! En el banquillo, Tabares Senior y servidor parecíamos Don Pimpón y Espinete. Su padre era Don Pimpón porque iba contando los goles de su churumbel como en el pinball de Barrio Sésamo: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7... "¡Ese es mi Edu!" "¿Lo has visto? ¿Lo has visto?" "Que sí, señor, lo he visto, lo he visto" "¡Ya lleva cinco!" ¡Chuta, chuta! Y venga a reírse.... Yo era Espinete porque se me erizaba hasta el vello de los cojones cada vez que un disparo suyo besaba las mallas. Llegué a casa con el pelo de punta de tanto mesarme los cabellos de incredulidad. Mai dels mais s'havia vist una exhibició com aquesta...

Ventanilla: No metió siete, ni seis ni ninguno, pero para mí fue el mejor de todos. Hizo todas las cosas que debe y sabe hacer pero nunca hace. El mejor ejemplo de jugador que actúa liberado sin el líder: toda una demostración del juego que debe hacer el tío más adelantado de un equipo de fútbol sala y fútbol siete: controlar de espaldas, aguantarla, esperar a que suban las alas y escoger la mejor opción de pase o disparo a puerta. Dio por los menos cuatro goles mascados. No tuvo suerte cara a puerta en un par de ocasiones, pero esta vez no se le puede reprochar nada.

No me queda más que decir excepto: ¡Enhorabuena equipo!

P.D. Ahora vienen los dos partidos más importantes de la temporada, contra dos rivales duros: Benavídez, si vienen todos, es un equipo de nuestro nivel; y Prosikitos es un equipo superior, pero si se juega como ayer se puede ganar perfectamente, o al menos no perder (lo que nos valdría para ser campeones).

divendres, 14 de març del 2008

¡Héroes!

Los soldados que se llevan medallas al mérito militar suelen ser aquellos que protagonizan acciones heróicas en las circunstancias más adversas. Son personas valientes, semidioses de la Edad Moderna que se sobreponen a todo tipo de penurias sólo por mantenerse fieles a sus ideales. Este tipo de sujetos no son ordinarios, más al contrario: escasean como los rovellons en primavera.

¡Desertores!

Como en la vida, en el deporte se encuentra uno con todo tipo de calaña: pundonorosos y mingafrías; talentosos y zopencos; competitivos y maricón_plejines (últimamente escucho demasiado a don Federico, me he subscrito con el Itunes a la tertulia de La Mañana, recomiendo fervientemente la del martes). Decía, pues, que en un batallón y en un equipo hay de todo. Mangecster no es la excepción.

Ayer teníamos un partido decisivo. Había que ganar o ganar para continuar líderes y con opciones de conseguir el campeonato por tercera vez. La gran mayoría de la plantilla despreció miserablemente la magnitud del reto: unos se borraron; otros alegaron motivos de salud; algunos tenían que afrontar sus responsabilidades laborales. Eso es lo que nos dijeron.... A mí no me valen pretextos. El equipo os necesitaba y no estábais. En fin, cada uno es libre de tomar propias decisiones, y son éstas las que definen la valía de cada persona. Pero no voy a perder ni una línea más con los desertores, no se lo merecen. Este post es un homenaje a los valientes.

Nous Serveis 4 - Mangecster 6

Como era de esperar, fue un partido trabado, feo y un poco bronco. Mangecster se presentó, más que en cuadro, en triángulo escaleno (esos que no tenían ni un lado igual). Sólo 3 jugadores de la plantilla estaban en perfectas condiciones (Bertran, Charly y Edu). Sé el uso del apelitivo perfecto aplicado a estos tres suena inverosímil incluso acompañado de un sustantivo como condición, pero hoy me siento generoso. El resto, hasta completar el sexteto que se presentó, tenían problemas de diversa índole. El séptimo hombre fue Isidre, que ha sido la aportación más positiva de Ventanilla al equipo en los últimos meses.

Pelut: Hay que ser un tío muy especial para salir al campo con esa pinta. Sólo una persona en paz consigo misma, alguien que se siente querido por sus amigos y que mira siempre el lado brillante de la vida puede atesorar la valentía y la poca vergüenza de ponerse bajo palos con la sudadera de portero de Mangecster, un pantalón corto a la altura de la ingle, los calcetines grises de la abuela y unas botas del Decathlon de 15 euros. Y si encima es un tipo espigado con unas piernas que parecen procedentes de Munchausen y una fachada general digna de Neil de "The Young Ones", imaginaos el panorama. A todo eso, los cuatro primeros chutes fueron gol, la mayoría rebotes desafortunados. Creo que en la primera parte paró una. En la segunda no le chutaron, pero dio una lección de veteranía y saber estar: esas pérdidas de tiempo en el saque de puerta, esos ánimos a un equipo físicamente destrozado... (Anímicamente) imprescindible.

Bertran: Partido completísimo del que ayer era el pal de paller de la defensa de Mangecster (cómo nos hemos de ver). Lo único que nos recordó al Bertran de toda la vida fueron los dos goles que regaló. Por lo demás, estuvo magnífico. En uno de los parones del juego, en un córner a nuestro favor, Bertran y yo éramos los últimos hombres y nuestras miradas se cruzaron. Después de repasarlo de arriba a abajo para confirmar que era él, no tuve más remedio que aplaudirle y felicitarle por el partido que estaba haciendo. No daba crédito a esas anticipaciones, a esas incorporaciones al ataque con el balón pegado a los pies, a esos cruces rapidísimos solventando errores de marca de sus compañeros. Fantástico.

Isidre: Si el Barça ganó la Copa de Europa con una defensa formada, entre otros, por Nando y Juan Carlos, por qué no vamos a ganar nosotros un partido con Isidre. No me veo con corazón de rajar de un jugador que nos ayuda en momentos críticos, y más cuando su actuación resultó bastante aceptable. Eso sí, viendo el chute que hizo en la única ocasión en la que se quedó sólo ante el portero, creo que fue un gran acierto ubicarle en la parte de atrás.

Edu: Supongo que el hecho de que el único recambio que teníamos en el banquillo fuese su padre le motivó. Marcó un golazo, que además fue el más importante (el rival se había puesto por delante 4-3). Sigue pidiéndola demasiado para lo poco que combina con los demás cuando él tiene la bola, pero al menos ayer defendió bastante más de lo que en él es habitual. Probó mucho el chute, lo cual está bien porque el suyo es probablemente el mejor disparo del equipo. El problema es el de siempre: tarda más en conectar con la bola que los gemelos Derrick en la catapulta infernal, que entre que se preparaban, hacían el vuelo e impactaban a puerta ya se había acabado el capítulo.

Charly: Bien, como casi siempre. A un tío que está más cerca de la edad de Romario que la de Henry no se le puede pedir más. Fue un puñal por la banda derecha. Un puñal de esos plástico que usas en el Carnaval cuando que disfrazas de Jack el destripador (porque definió más bien poco) pero una amenaza para el rival en cualquier caso.

Queco: Mi novia no me habla (lo que me indica que hoy no va a haber "siesta"), no he dormido en toda la noche ni con la esterilla enchufada, veo las estrellas incluso sentado mientras escribo estas líneas y esta tarde voy a tener que pagar 25 euros a la fisioterapeuta por un masaje. Y yo me pregunto: ¿Por qué? ¿Qué me empuja a dejarme la piel y otras cosas por un equipito que, lejos de venerarme, censura mis prontos? ¿Cómo un pelotero de mi calidad ha acabado sacrificándose por una colla de mindundis, abrazafarolas, correveydiles, arribistas, lametraserillos y falderillos cuyo talento conjunto no alcanza los tacos de mis botas? La respuesta, como tantas otras, está en Groucho: "Nunca pertenecería a un club que admitiera como socio a alguien como yo."

Ventanilla: Ya ha quedado claro que su mejor aportación fue traer a su colega. A parte de eso, el único corte de balón que ha hecho en las últimas cuatro temporadas sirvió para evitar que Queco robara una bola en el centro del campo y se fuera sólo en dirección a la portería contraria, con el añadido que esta "acción defensiva" tuvo la virtud de descolocar a todo el equipo. La jugada acabó con un gol en contra. A parte de eso, empujó tres pelotas hacia dentro de la portería rival. A su favor, únicamente decir que según él tenía molestias en la espalda.

dimarts, 19 de febrer del 2008

El límite del bien y del mal

Un equipo funciona cuando cada uno de sus miembros es consciente de cuáles son sus propias virtudes y defectos. Especialmente de sus defectos. Cuando empezamos a jugar hace cuatro años, éramos prácticamente unos desconocidos los unos para los otros. Ni siquiera nos conocíamos del todo bien fuera del campo. Éramos menos amigos de lo que somos ahora. Jugábamos mal. Fatal. Ganábamos algunos partidos porque nuestros rivales eran patéticos, pero no éramos un equipo. Sólo cuando nos enfrentábamos a un equipo eminentemente superior éramos capaces de jugar a fútbol de manera decente. Recuerdo por ejemplo, algún partido contra Bar Gabino, donde hicimos un gran partido aunque perdiéramos in extremis.

Ayer pensaba en esto de camino a casa después de ganar cómodamente a Lestrafic. Unos cuantos estuvimos viendo un rato del Prosikitos-Juguem Tots. Me pregunto cómo cojones hemos sido capaces de ganar todos los partidos que hemos jugado contra Juguem Tots. Hombre por hombre, son muchísimo mejores que nosotros. No hay ni uno que no sepa jugar. Nosotros tampoco somos una pandilla de toyas, pero desde luego somos inferiores a ellos. La diferencia es que, aunque no nos demos cuenta, a veces jugamos como un equipo. Cuando el rival es duro, casi siempre.

Alguno pensará, con razón, que jugamos para divertirnos, que cada uno es libre de tomar sus propias decisiones en el campo (¡faltaría más!) y blablabla. Pero lo cierto es que cuando más nos divertimos, al menos yo, es cuando jugamos contra un equipo que nos lo pone chungo. Y en estas circunstancias es cuando cada uno de nosotros, de forma instintiva, se limita a hacer bien lo que sabe hacer bien y dejar que otros hagan lo que no se nos da tan bien. Yo, por ejemplo, no sé defender, no sé chutar y no sé usar mi pierna izquierda para nada útil. Por eso dejo que Morancho y Kaiser defiendan, Ventanilla chute las faltas y doble penaltys y Edu... y Edu...esto...que iba a decir yo ahora... ¿no tenemos ningún otro zurdo en el equipo o qué?

Vamos a necesitar algo más que jugar en equipo para no hacer el ridículo contra Prosikitos. Ya no digo para ganar, que va a ser que no. Pero si jugamos conjuntados, a ellos les costará meternos goles. Sus jugadores no paran de moverse. Para contrarestar eso, tendremos que estar muy bien puestos en el campo. Nada de seguir cada uno a un tío por todo el campo. Nos marearían, quedaríamos descolocados cada viaje. Para ir bien y no ser humillados, haría falta que cada uno de nosotros se pudiera unos límites. Unas pistas: Toni no podrá subir la banda tanto como acostumbra; Morancho se tendrá que quedar de cierre todo el partido; Bertran deberá dejar sus frivolités en campo propio para mejor ocasión; Fuentes tendrá que presentarse a jugar; Edu tendrá que cambiarse más a menudo para poder respirar a un ritmo regular mientras esté en el campo; Borja tendrá que infiltrarse; y Ventanilla deberá dejarse que hacer cosas que no sabe hacer, como regatear, y limitarse a chutar cada vez que tenga medio metro de ventaja.

Escribo todo esto porque seguramente no podré jugar el miércoles, así que podréis jugar tranquilos: sin críticas, sin reproches, sin malas caras... sin talento. Ahora mismo camino con dificultad, y esto no tiene pinta de mejorar en poco más de una semana.

Mangecster 6 - Lestrafic 2

Pelut:
No tuvo mucho trabajo porque el equipo estuvo muy bien en defensa. Muy bien por alto, con esos despejes con la palma de la mano tan antiestéticos como efectivos. Como la vida misma: en el Coleccionista, es el más desairado del local - y eso tiene su mérito- pero a su vez es, con más diferencia de la que sacaba Amstrong en el Tour, el que más tías seduce. Eso es aún más inexplicable que lo de ganar a Juguem Tots. Los dos goles que nos clavaron fueron estúpidos, pero tampoco fueron culpa suya (no del todo, vaya).

Toni: Os juro que no le dije nada en todo el partido. Ni una sola vez en los primeros 15 minutos me dirigí a nadie excepto a Ventanilla, porque lo suyo clamaba al cielo. Lo único que salió de mi boquita de piñón fue un: "Si no puedes, hay un cambio", justo después de tres rifirafes seguidos entre el Kaiser y el delantero rival y los consecuentes nervios y protestas. Dicho esto, se piró como Julia Roberts en Novia a la fuga. Hasta entonces, había subido bien al ataque y en defensa se estaba dando de cazos con el susodicho ariete (cosa que está bien, alguien ha de hacer eso en un equipo). Todos esperamos que reaparezca contra Prosikitos. Lo vamos a necesitar.

Bertran: Piquetillas salió ayer satisfecho de su actuación. Y la verdad es que lo hizo bastante bien. Incluso muy bien si valoramos su rendimiento sobre la base del máximo de prestaciones que es capaz de ofrecer. Para que nos entendamos: Moussambani no sabía ni ponerse el gorro el illoputa, pero en su aldea de Guinea Ecuatorial bien orgullosos estarían de su actuación en los JJOO. ¿Que no?

Morancho: Jugó de pivote mientras Toni estuvo en el campo, en una variante táctica que quisimos ensayar para el partido contra el líder. Hizo de Touré, aunque no es el mejor dotado para ello. De hecho, antes teníamos en Gec otro elemento dotadísimo (incluso para hacerle sombra al mismísimo Yaya...sí, sí, lo que leen) pero lamentablemente optó por rescindir su contrato a causa de la falta de oportunidades para mostrar su enorme po...tencial y emigró a Castellón. Fue una operación lastimosa para Mangecster. No llegó ni a debutar. Algunos lo acusaron de chupabolas, aunque se ignora qué tipo de bolas gustaba de chupar. Bueno, lo cierto es que el tipo era un paquete, pero...¡qué paquete!

Fuentes: Después de su ya tradicional empanada mental de los primeros 5 minutos, estuvo en su línea. Creemos que no pensará lo mismo su mujer, porque lo suyo, más que una línea, es una curvi-línea. ¡Qué barrigón! Será que lo vemos muy de vez en cuando, el tío está de 7 meses y no nos ha dicho nada. Porque vamos, yo he visto a delanteros en el Seis Naciones que tienen menos panza que este tío. Al menos juega bien y es otro de los que entiende lo de "balones a Queco". Me dejó una buena pelota de cara en el cuarto gol.

Charly: En este equipo no se puede hacer una buena crítica porque nos acomodamos. O eso o es que cuando no hay cambios estamos tan hechos polvo que perdemos hasta la visión. Porque nene, los dos goles que fallaste ayer los mete hasta el paquetón dotadísimo aquél, cuyo dominio del juego es inversamente proporcional a su conocimiento del mismo. Aun así, no nos podemos quejar. Hizo un gol muy bueno. A saber cómo estaremos nosotros a su edad. O si estaremos.

Queco: Le bastaron 10 minutos en banda para sentenciar el partido y secar al bueno de ellos. Otro doble-doble en goles y asistencias. Ni Wilt Chamberlain.

Ventanilla: Si no gana el pichichi es porque no quiere. Ayer pudo meter cinco y sólo hizo uno. Pero no os creáis que esos cinco son meras "ocasiones de gol". No, no. Me refiero a estar sólo delante del portero y no hacer gol. Lo suyo es peor que lo de Romay con los tiros libres. Más le vale que se lo hasya guardado para Prosikitos, porque va a estar más sólo allí arriba que los tailandeses que limpiaban los cristales del World Trade Center. Además, me quitó un gol en una demostración de lo ruin que puede llegar a ser un compañero. Después diréis que yo soy un cabrón porque grito y os critico en la crónicas, pero que me quitase ese gol no tiene nombre. Eso sí, ha mejorado sus estadísticas de "taconazos eficaces": con su bonita asistencia en el gol de Charly su registro sube a 1 de 52 intentos.

dimarts, 12 de febrer del 2008

Esta no es una Liga para viejos

Hoy estoy estresado. Son las 16:30 y he currado por lo menos 3 horas enteras. Es una vergüenza esto de que me tengan resolviendo incidencias como un vulgar becario y respondiendo por teléfono a las preguntas absurdas de la tonta del bote de la clienta. Así que a tomar por culo: he desconectado el teléfono y voy a escribir la crónica. Y si alguien me engancha y no le parece bien que tenga cuidadito, que soy del comité y monto aquí un pollo de la ostia en menos que canta un gallo. ¡Tché! ¡Tú! ¿qué estás mirando? Que te imputo tres horas y me quedo tan pancho ¿que no? Y tú, ¿de qué te ríes? ¡Me cago en....! No, sí al final voy a tener que mosquearme con alguno, verás como sí...

Es más, en cuanto acabe la crónica, estaré un ratico por aquí haciendo el paripé hasta las 18.15 h. y después me voy a ver la de los Coen. La dan en el Icaria a las 19.00 h. La putada es que tendré que ir solo. Ya casi no me quedan amiguitos en Gec, y los que hay o son tan memos que se quedan a currar aquí hasta las tantas o pasan de las V.O. O las dos cosas. Si estuviera el Palomo.... Se lo podría decir a la Noe, pero claro, vendrá el maromo a buscarla y tal, no es plan. ¡Bah! Me da igual, tengo en la bolsa el Dominical de El País.

Mangecster 10 - At. Guadiana 3




El partido de ayer, bastante coñazo, la verdad. Nos enfrentamos a una panda de vejestorios que bastante hacían con mantenerse de pie. Eso desmotiva. No Championship for Old Men. Pero ya que juego una sola vez a la semana, yo salí a correr como un poseso. Si no me divierto, al menos que baje barriga. Por desgracia, no se puede decir lo mismo de algunos, que le han hecho menos quilómetros a sus piernas vestidos con la zamarra de Mangecster que mi novia a la Scoopy que le ventilaron menos de un mes después de comprársela.

Pelut: No pudo hacer nada en los dos primeros goles que encajamos, pero en el tercero quiso hacer la de Barrufet y se la metieron por el palo corto. Con tal de no sudar se tira menos que el portero de un futbolín. De hecho, se rumorea que las mujeres de Borja, Ventanilla y compañía hace meses que no se les acercan cuando vuelven a casa después de los partidos. Les dicen: "hueles a Pelut". Y es que el muy cerdo no se ducha porque dice que no suda en los partidos. Y claro, como va de copi en el coche de Ventanilla, su olor corporal es ya una fragancia más en ca els graciencs. Por cierto, atentos al Futbol Int que Peluti protagoniza la jugada tonta de la semana: le chutan, la rechaza y la bola sale rebotada hacia el cielo; entonces se da un golpe en la pierna no se sabe cómo y en vez de blocar la bola y después preocuparse por el golpe, el tío se agacha al grito de "¡ahh, m'he fet mal! ¡Y se olvida de la bola! Total, la bola desciende, por eso de la gravedad, golpea en su cogote y baja por su espalda; sólo entonces se acuerda de que es lunes, estamos en un planeta llamado Tierra y está jugando un partido de fútbol; reacciona y la ataja con frivolité incluida. Describirlo no hace justicia a lo descabellado de la imagen. Es como el triple del otro día de Rudy pero en plan cutre. Lamentable.

Toni Ramos: El Kaiser me recuerda un poco a los marginados de mi clase de EGB. Esos que en partido del recreo hacían una línea defensiva a tres metros de su propia portería e intentaban molestarme cuando iba a meter el gol después de haberme regateado a medio 4º B. Eran los típicos que mientras los demás estábamos concentrados en el partido se dedicaban a comentar el último capítulo de V y cambiaban cromos de los Transformers a la vez que montaban una bandera defensiva. No se llevaron collejas ¿sabes? Bueno, pues para estos freakis en potencia, su gran momentazo era cuando el equipo contrario lanzaba un balón largo a sus delanteros: se lanzaban a correr con el bocata en un mano y los cromos en la otra y !zambombazo p'alante!. No veas cómo disfrutaban las pocas veces que no hacian un mistu. Se felicitaban los unos a los otros como si hubieran completado el álbum con el último cromo que tenían falti, el de Optimus Prime. Cuando uno de estos me jodía una jugada, colleja que te crió. Y si los demás se ponían farrucos, manotazo al bocata de chorizo y se te ha acabado el desayuno. Are u talking to me? ¡Plas, guantazo! ¡Pringao! Pues el Kaiser, tres cuartos de lo mismo: cuanto más fuerte despeja p'alante, más satisfecho está. Ya sabemos que las pegas de lleno y van muy lejos, pero ¿sería mucho pedir que pegaras algún chupinazo un poquico más flojo con el noble fin de que le llegara alguna bola a nuestros delanteros?

Bertran: Desde que se ha ido de GEC ha ganado estilo. El otro día se presentó con una americana marronácea con coderas y unas deportivas blancas. Parecía Jesús Vázquez. De momento, sin embargo, no ha conseguido aún mostrar su clase dentro del terreno de juego. Yo creo que le falta confianza. No se puede pedir perdón al compañero por un mal pase antes de que se confirme efectivamente que es un mal pase. ¡Dónde se ha visto un tío que antes de efectuar el chute ya está meneando la cabeza en plan: !mierda, la he vuelto a cagar! Confianza, coño, confianza.

Morancho: Sale a los partidos como yo entro a currar: el primer cuarto no cuenta. Yo llego a las 9.15 h., leo el Marca, la web de la NBA, un par o tres de foros, el blog del Banyeres, el de eldeu y como mucho consulto el correo. A las 10:30 h. al Oli y de vuelta, a la 11 h, igual empiezo a hacer algo. Igual ¿eh? Depende de cómo vea el percal ni siquiera eso. Pues el Morancho lo mismo: hasta el minuto 15 del partido no se entera que ya estamos jugando. Ayer le permitió a un tío de 70 años recibir de espaldas, girarse y meter un gol desde el borde del área. Ridículo. Después se puso a la feina y metió un buen gol con la zurda.

Charly: Por fin hay alguien en este equipo que comprende la regla básica del juego: balones a Queco. Eso está muy bien, sí señor. Por ahí vas bien, Charly. Así podremos ver algo de fútbol para variar. Por ejemplo, esa doble pared a uno y dos toques que acabó desaprovechando lamentablemente Ventanilla, quién si no.

Edu: Me pone nervioso, no lo puedo evitar. Hay una cosa que es fundamental en cualquier deporte: la velocidad. Los más buenos casi siempre son los que hacen las cosas más rápido: la gambeta de Messi, las combinaciones de golpes de Muhammad Ali, la conducción de Valentino Rossi, los coast to coast de Rudy Fernández, las aceleraciones en la ejecución del mete-saca de Rocco Sifredi... Pues Tabares no se parece a ninguno de los cuatro primeros, lo que me da que pensar que su novia es un mujer feliz. El tío debe dejarse tantas calorías en la cama que se presenta a los partidos seco. O eso o le faltan más hervidas que a las verduras que prepara mi abuela.

Queco: Tengo un ratio-win en balones recuperados/perdidos que ni las propuestas del LMS versión superplus 4.2 que está montando el Papell. Volviendo para casa me paró la Guardia Urbana y me quería multar por el atracón de balones que robé. Un par de golitos de esos chulos, de esos que me gustan ¿sabes? Y para no variar, otro par de regalos a Ventanilla, que como gane el pichichi se va a tener que quedar con la pegatina del precio y darme la parte del trofeo que en justicia me pertecene, es decir, la copa entera.

Ventanilla: ¡Jué! Todavía no había llegado a él y ya le he puesto a caldo un par de veces. Pues lo que te espera nano, sigue leyendo: me dieron el acta después del partido y el resultado era de 9-3. Iba a protestar, pero me fijé en que el gol que nos habían quitado era de Ventanilla y me dije: ¿sabes qué? Déjalo correr, Quequinho. Tampoco es plan de tocar aquí los cojones a esta gente por un gol de mierda. Total, no le hemos pagado un duro aún y no voy a darles conversación ahora por este detallito. Y me fui a buscar la moto con una media sonrisa... ¡que lo sepassssssss! Esa ha dolido, ¿eh chico?

¡Força Mangecster!

dimarts, 5 de febrer del 2008

Resacón

Yo podría haber sido un buen jugador. No sé si profesional, pero sí podría haberme ganado unos buenos durillos con esto del fúbol. Mi problema fue que le fui siempre fiel a un mismo club, y eso me impidió prosperar. En efecto, fui durante los mejores años de mi carrera miembro honorífico del club "Se dejaba llevar". Tampoco es que fuera el presidente del consejo de Administración (ese era un amigo mío y acabó muy mal) pero sí podría haber optado a la secretaría general. En el campo era un jugador con mucha clase y poco empeño. En el vestuario, era un compañero controvertido, pero siempre dispuesto a dar la cara por una causa justa. Pero donde era realmente peligroso era en las cenas de equipo. Más que una piraña en un bidé. Me dejaba llevar...

Anoche tuve un déjà vu: un partido duro, una victoria trabajada, una celebración desenfrenada. El tercer condimento de este menú era absolutamente baldío. Gratuito. Nadie más del equipo venía al antikaraoke. Tenía a mi amada esperándome en casa, sufriendo. A las malas, podía ir, ver la grandiosa actuación de Doctor Teixi y volver a casa. ¡Qué va! Del Sidecar al Milano. El Milano chapado. Del Milano al Negroni. Whiskazo. Y del Negroni al antro más funesto de Barcelona. A hacer la última. El Papillón. Madre mía, no hacía años que no iba... No hubiera sabido llegar. Entre otras cosas, porque es una puerta plateada cerrada a cal y canto. Tienes que tocar un timbre para que, al minuto, salga un negrazo a abrirte. Imaginaos qué tipo de personajes puede haber en un garito así un lunes a las 4 de la mañana. Si no os lo imagináis, este artículo (en inglés) puede ayudaros a que os hagáis una idea. El caso es que ayer (hoy) yo era uno de ellos. Y hace 10 años, también. Pero en vez de Teixi me acompañaba el defensa central de mi equipo. Un fuera de serie. Su problema, mi problema, es que se dejaba llevar. Y por eso no llegamos a ningún sitio.

Mangecster 4- Juguem Tots 3

Buff, qué resaca... A ver, por dónde íbamos, a qué habíamos venido aquí... Ah sí, el partido. Buen partido, sí señor, muy buen partido de Mangecster. Batimos a un equipo técnica y físicamente superior. La primera parte fue suya de principio a fin. Colocaron un tío encima de mí y otro con Ventanilla. Sus dos alas eran más rápidos y más fuertes que los nuestros. Tenían un buen portero y un muy buen cierre. Nuestra único recursos eran los balones bombeados. En uno de ellos marcamos el primer gol, que empataba a 1 el partido. Al descanso nos fuimos 2-1 abajo y con malas sensaciones.

Pero Mangecster es un equipo de raza. Una variante táctica desequilibró el partido. No sé quién la propuso. No fui yo, pero me pareció buena idea. Había que probar algo diferente: Morancho adelantó su posición al pivote del 2-3-1, desplazándome a mí a la derecha. Les matamos. Dejaron de seguirme por todo el campo y tuve más tiempo para pensar y más espacios para crear. Resultados inmediatos: controlo en banda, Xarly me dobla, se la pongo en carrera y trazallo: 2-2; presiono a su cierre, robo, recoge Ventanilla, dos para uno, se la chupa y gol, 2-3; con el rival volcado, vuelvo a robar, me voy solo, dos para uno con Ventanilla, se la doy (hola amiguitos, hoy vamos a ver la diferencia entre chupársela y darla) y cortan con la mano. En el saque de falta, jugada ensayada y gol de Xarly: 2-4 y pa casa. Su último gol fue anecdótico.

La soledad del Man of the Match

Pelut:
Inconmensurable. Mai dels mais li havia vist fer una aturada como la que hizo con el 2-3: sacó una mano milagrosa en un chute raso, fortísimo y ajustado al palo derecho de su portería. Desde la óptica de los que estábamos detrás del chutador era un gol clarísimo. Pero Pelut sacó la manopla. Sólo uno o dos dijeron "¡Bé Pelut!" Pero es que los demás se habían quedado sin palabras de la emoción. Fue como cuando Stallone le para el penal al alemán en Evasión o victoria. Nadie esperaba que de ese cuerpo desgarbado surgiera tal reacción felina. Gallina de piel. La pelota fue a corner. Mientras nos situábamos para defenderlo, los jugadores de Mangecster nos mirábamos incrédulos:"Ho haveu viiiiiist? Y para rematarlo, tres minutos después hizo otra similar. La mare que el va parir!

Bertran: A ver, parece mentira que aún no me conozcáis. Algunas de las cosas que escribo ni siquiera las pienso. Hay un componente literario en este blog. Me permito algunas licencias, que para eso es el mío. No deberíais tomaros las cosas tan a pecho, hombre. ¡Ojo! Que a mí no me parece mal la actitud milhombres en un defensa. Pero si lo haces, que salga de ti. No te sientas obligado a actuar así sólo por respeto a mi abrumadora superioridad de criterio. De todos modos, no hay mal que por bien no venga. Cuando se está cabreado, se juega mejor. Más concentrado.

Morancho: Como casi siempre, fue un valladar en la retaguardia. Fue creado para la destrucción, como las AK-47. Porque lo que es construir, ni el Lego. Lo más parecido a una jugada elaborada que tiene cabida en su mente es la falta de Wembley, en la que hubo tres toques de tres jugadores distintos. Pese a todo, sigue siendo imprescindible. Hasta le salió un buen pase largo y todo, que Queco cabeceó a la red con maestría. Casi mejor que siga con lo de los desplazamientos, porque abusa de la conducción. Y además, abusa en doble sentido: porque lo hace muchas veces y porque tratar con tamaño desprecio al balón es abusar de él.

Toni Kaiser: Bien, sin alardes. Fue el que más empuje le imprimió al equipo. A la que te despistabas, lo veías en el extremo opuesto al de su posición en la pizarra pidiendo la bola. Algo se toma antes de los partidos porque no es normal esa energía es un hombre de su edad. Costacurta a su lado estaba para el geriátrico. Y en la media parte, con todo el equipo por los suelos de agotamiento y desazón por la dinámica del juego, él abogaba por el jogo bonito. Sólo una pega: ya hace bastantes partidos que no nos deleita con uno de esos pases mirando al tendido. Se rumorea que la última vez cogió una tortícolis del tirón que le dio el cuello, la cual cosa le impidió cumplir con sus resposabilidades de esposo por unos días. Su mujer le ha exigido que no lo intente más.

Xarly: Decisivo, las cosas como son. Metió al equipo en el partido con el golazo del 2-2. Nadie daba un duro por él en esa jugada, pero le pegó con todo y aquello parecía el tiro del halcón de Mark Lenders. Más tarde, anduvo listo para sentenciar el partido culminando una jugada que ensayó con Queco el pasado viernes en la Mestressa. Creo que fue entre la quinta y la sexta cerveza. Me estaba contando que su hija es lo que más quiere en el mundo y yo le dibujé en una servilleta por dónde se iba a mi casa. Claro, no es lo mismo "tejidos y novedades en el piso de arriba" que "te jodes y no ves nada y encima te pisan". Vamos, que íbamos hasta las cejas de zumo de cebaza y allí nadie sabía lo que decía. Pero la jugada salió de puta madre, oye.

Edu: Otro que cuando se cabreó jugó mucho mejor. No voy a escribir que 10 segundos después de que se fuera al banquillo en un arrebato de cólera empatamos el partido (¡ups!), sino que cuando salió de nuevo su rendimiento fue óptimo (empate). Eso sí, cada vez que se paraba el balón le explicaba a quien le quisiera escuchar que le habían dado una patada y que no hacía falta que todos le gritásemos a la vez: "¡Tabares, al banquillo!". Pero es que de hecho fue un malentendido, porque en realidad lo que nosotros le decíamos era "¡Marcaje a ese pardillo!" -refiriéndonos a su defensor, que subía mucho por la banda. Pero nos entendió mal...

Queco: Un gol y tres asistencias. Si hubiera un BcnDeportiva Fantasy League valdría tres veces el precio del resto de jugadores del torneo juntos. No ponerme de capitán en cada jornada sería un acto de masoquismo. ¿Os fijásteis con qué maestría vi la posición de Xarly en la falta del gol de la sentencia? Soy al fútbol lo que los ceros y los unos a las computadoras: la esencia, el fundamento, la piedra filosofal, la semilla de Adán.

Ventanilla: En la primera parte, fue como Lucía Lapiedra en la Playa Pelícano: aislado, huérfano de compañeros, abandonado a su suerte. Cosa que, por otra parte, ya le va bien, porque total, si estuviera en la isla no iba a compartir con sus colegas ni el plano general de cuando nominan. Y es que el chaval tiene otra cosa en común con Lapiedra: las chupa todas a base de bien. Y muy al contrario que a Pipi, esa manía suya no nos proporciona placer alguno, aunque sí nos levanta una cosa: el ánimo de cagarnos en todo su árbol genealógico.