dijous, 27 de març del 2008

¡Viste ché! ¡Uno más y salimos campeón!



Supongo que algunos habréis visto alguna vez estas imágenes. Son del Mundial'86, creo que después de la semis. O de los cuartos tal vez. Sólo quería encontar ese vídeo y al final me he tirado una hora en el Youtube viendo vídeos de Maradona. Qué grande. El más grande. Casi se me saltan la lágrimas: primero de emoción viendo esos vídeos y después de pena viendo algunos otros. Pero qué vamos a hacer: Life is Life.

A un pasito

En cualquier caso, lo que interesa: Mangecster está a un punto de salir campeón en su primera temporada en la división de plata de Bcn Deportiva. Ayer se ganó con solvencia a Deportivo Benavídez: 7-4. El partido se puso de cara desde el primer minuto, con un gol de Charly. Ellos empataron pronto, pero una jugada de tiralíneas culminada por Morancho y tres goles seguidos del pichichi Ventanilla aprovechando sendos errores defensivos de su zaga pusieron una distancia sideral en el marcador. En la segunda parte nos relajamos demasiado, pero el marcador no peligró en ningún momento pese al postrero arreón argentino.

Hoy, por posiciones: En la portería, Pelut, precipitado.

Uno no se explica su curiosa su costumbre de darse por batido y cantar el gol de los rivales antes de que la pelota entre. Cuando se oye un "Noooooo" en Bcn Deportiva, a los ciclistas del velódromo les da tiempo de mirar al campo y ver cómo Mangecster encaja un gol. Es como ver un partido por el Digital + y escucharlo por la radio. Hay un delay. En la segunda parte, poco más pudo hacer en los goles, aunque para mi gusto se precipitó un poco en los saques de puerta con la mano. Parecía más interesado en tirarla lo más lejos posible que en que llegara a uno de los nuestros. Igual se está entrenando para L'home més fort del món... El partido contra Prosikitos será un reválida para él. Se nos ha ofrecido Pinto pero le hemos dado calabazas. Confiamos en Sergi para mantener la portería a salvo... y también tenemos bastante confianza en el Pelut.

En la defensa: Toni, rocoso; Bertran: consolidado; y Morancho: sacrificado

La gran mejoría de Mangecster esta temporada es sin duda la firmeza que demuestra la línea defensiva. Ayer recuperamos al Kaiser después de su espantá. Estuvo contundente como siempre. En su ausencia, Bertran ha aprovechado para hacerse un hueco en el núcleo duro del vestuario. Su rendimiento en el campo es óptimo de un tiempo a esta parte, y (por primera vez) se siente importante en el equipo y valorado por los compañeros. Había que verle cómo vivía el partido desde el banquillo. Miedo tenía a cambiarle por los berridos que metía. En el terreno de juego, perfecto en las anticipaciones y en el corte. Ningún error de consideración. Morancho, por su parte, aguantó al equipo desde atrás y en el pivote. Un actuación sólida, aunque me vi obligado a cambiarle a poco del descanso al observar que respiraba con dificultad. Parecía uno de esos bisontes de los dibujos animados.

En el medio: Edu, desdibujado; Charly, consistente; Fuentes, guerrero y Borja, a medio gas.

Viendo el partido Juguem Tots- Escurçó Negre me di cuenta de cuál es la principal virtud de Mangecster. A saber: somos el equipo más compacto del campeonato. No he visto a otro equipo jugar con un 2-3-1. Prácticamente todos juegan un 3-3 (o la variante 1-2-2-1). Nuestro 2-3-1 nos permite estar muy juntitos, aunque requiere mucha atención, concentración y ayudas. Los más listos han de ser los tres del medio. El pivote ha de saber mantener la posición, es básico; los dos alas han de esperar en campo propio cuando el rival saca el balón desde atrás y, lo más importante, deben saber cuándo han de seguir en defensa al tío que corre la banda y cuándo pueden descolgarse, dejar que el defensa se encargue del tío de banda y ayudar al punta y al pivote en la presión.

Porque la clave es que con un 2-3-1, casi cualquier pelota recuperada en el centro del campo es gol nuestro u ocasión de gol. Si la recupera el pivote, tiene el pase al espacio a Ventanilla y la abertura a los dos alas que se desplegan por banda. Así vino el 2-1 de ayer. Recuperó Morancho y atacamos en superioridad: tres opciones de pase, pared con Ventanilla y gol. Lo que nos falla es la defensa de las bandas. Ayer, porque eran malos y gordos, pero Prosikitos nos puede machacar si las dos alas no defienden y no hay entendimiento entre ellos y los dos defensas. Fuentes y Charly, por ejemplo, suelen ser disciplinados en la ejecución de las tareas defensivas que requiere las posiciones de pivote y ala, respctivamente. Otros, no tanto. Alguno, nada.

Los jugadores de Prosikitos están en constante movimiento, intercambiando posiciones. Por eso los dos alas han de correr más que los demás y, en consecuencia, han de cambiarse más a menudo para poder respirar. No vale con correr sólo para delante y descansar cuando ellos ataquen como ayer hicieron Tabares (se le perdona por su anterior partido) y Borja (también se le perdona porque jugó con el freno de mano puesto). En fin, no espero que lo entienda todo el mundo, pero está clarísimo que es así. Si la semana que viene los dos alas sólo corren para delante nos caerá un carrazo, como la última vez. Por eso hay dos recambios para las alas, sólo uno para la defensa y el pivote y ninguno para el punta. Porque el director técnico, que también soy yo, pensó en la estructura del equipo a principios de temporada.

En la delantera: Ventanilla, decisivo

Definitivamente, juega mucho mejor (y diría que hasta con más ganas) cuando Queco no está en el campo. Anoche hizo tres o cuatro goles y dio alguno más. Además, trabajó mucho en la presión y las bolas que perdió no fueron a causa del individualismo que en él es habitual, sino por pases al primer toque bien pensados aunque no tan bien ejecutados.

En el banquillo: Queco, ignorado; Tabares Senior, desatado

Ser míster es muy ingrato. Soy el que más sé, con mucha diferencia, y nadie me hace ni puto caso. Y para una vez que Charly hace lo que le digo, se queda un tío sólo y Pelut me mete la bronca... ¡Hábrase visto! También fui increpado por los cambios, lo cual es una gran injusticia porque es una tarea harto complicada para un entrenador, sobretodo cuando más que ordenarlos, los pides por favor o, en el mejor de los casos, los propones. Sobre mi labor como fotógrafo no tengo noticias del resultado, aunque mis sensaciones no son buenas. No pude estar pendiente de la velocidad de obturación, que no sé exactamente qué coño es, pero me suena que cuando hice fotografía en primero de carrera era un concepto importante

Y encima, el delegado había comido garbanzos al mediodía y me acribilló tal que a los de Hamás. Aquello parecía la franja de Gaza. Al tercer cuesco, que fue de los sonoros, le dije: ¿no vea cómo estamos hoy con los pedos no? Muy profesionalmente, me miró como si no supiera de qué le estaba hablando y ni me respondió....

dijous, 20 de març del 2008

Mai dels mais...

En el furgol, como en la vida, existen unas reglas no escritas que se cumplen a rajatabla, más incluso que las normas que constan en el reglamento. Una de las primeras es que todo jugador mejora su rendimiento cuando el equipo pierde sus referentes en el campo. ¿Por qué? Porque cada uno da lo mejor de sí mismo cuando no está el líder en el campo. No tiene lógica pero es así. Pienso que siempre es conveniente que un equipo tenga un líder sobre el campo, pero visto lo que vi ayer, tal vez esté equivocado.

Tener o no tener un líder

Ayer faltaban los dos referentes de Mangecster: el anímico, Pelut; y el que hace jugar al equipo, Queco. Los líderes aportan cosas buenas a un equipo, pero también cosas malas. Entre los aspectos positivos del liderazgo (cuando existe compromiso por parte del que lo personifica, lo que descarta a la morsinha gaucha, por ejemplo), cabe destacar los siguientes: la transmisión a los compañeros de un carácter competitivo, imprescindible en el deporte; la posibilidad de recurrir a alguien que asuma la responsabilidad cuando van mal dadas; la seguridad de tener una figura experimentada que sepa marcar el tempo del partido; e incluso la protección que supone saber que se cuenta con un referente que sabe cuándo hay que apretar al árbitro, hasta qué punto se puede acosar al rival hasta sacarlo del partido, etc.

Pero todo líder, y la misma idea del liderazgo, tiene sus defectos. A saber: muchas veces, el resto de los jugadores actúan cohibidos ante la presencia del líder, dejando de hacer cosas que pueden y saben hacer bien; otras, se rebelan ante el liderazgo pensando que su criterio es igualmente válido, y acaso preferible; y en la mayoría de las ocasiones, aparecen dudas en el momento de la toma de decisiones en el campo por temor a las represalias del líder, sobre todo si éste es un cascarrabias, que es el caso. Todos estos incovenientes se dan en Mangecster, tal y como quedó ayer ampliamente demostrado.

Mangecster 10- Lulu's 2

Los jugadores que saltaron ayer al campo por parte de Mangecster evidenciaron que sin sus líderes juegan mejor. Mucho mejor. Coincidiendo con la entrada en el campo de Fuentes, cada uno se ubicó en su posición ideal: Bertran y Morancho, atrás; Charly y Edu, en las alas; Fuentes, en el pivote; y Ventanilla, arriba. Todos, sin excepción, hicieron un partido memorable, aunque destacaron por encima de la elevada media general, tres hombres, uno por línea: Morancho, infranqueable durante todo el partido; Edu, destapando el tarro de las esencias que nunca creímos que atesorara; y Ventanilla, jugando uno de los mejores partido que le he visto jamás aun sin meter ni un solo gol.

Borja: Encomiable su esfuerzo. Cuando más dudaba el entorno de su compromiso con el equipo (el plazo de recuperación de sus "molestias clínicas" empezaba a crear serias dudas), se levantó de la cama y, con el pijama puesto, se plantó bajo palos para ayudar a Mangecster en un momento crítico. El primer chute que le hicieron acabó en la redes, pero ello no fue óbice para que mostrara una predisposición idónea y unas cualidades más que aceptables, aunque poco ortodoxas, como guardameta. Especialmente efectivo se mostró en el saque de puerta con las manos, iniciando jugadas de peligro al más puro estilo Papell. Cayó de forma ridícula, en plan Blooper Mix, un par de veces, pero no se le tiene en cuenta por su sacrificio por el equipo.

Bertran: Es, sin lugar a dudas el MIP (Most Improved Player) del año en Mangecster. Lejos queda la imagen de aquel jugador inseguro, torpón, despistado cual pulpo en garaje y quejica. Hoy, Bertran es un defensa aguerrido, firme y con arrestos para salir de la cueva con el balón controlado. Sigue cometiendo alguna que otra imprudencia temeraria en campo propio, pero su excelente estado de forma le permite rectificar sus errores a tiempo. Si sigue así, su señora tendrá la satisfacción de poder leer todas las crónicas de aquí a final de temporada con la seguridad de que su concubino quedará bien parado.

Morancho: Una muralla. Por más que me fijé, no pude contar ni un sólo error que sumar en su debe. Perfecto en la anticipación, insuperable por arriba, rápido en el corte y todo lo fino que cabe esperar de él en el desplazamiento de balón. Importante su tesón en el chute a portería desde lejana distancia en la primera parte. No entraron, pero crearon sensación de inseguridad en el rival. Culminó su gran actuación con un golazo: saliendo con el balón controlado, se escoró hacia el vértice derecho del área rival y con el balón pegado a la bota se fue centrando; amagó el chute hasta en tres ocasiones y cuando vio la ocasión la cruzó al palo corto, dejando al portero sin opciones. Fantástico gol.

Charly: Lo malo de los jugadores regulares es que es difícil que destaquen, ni para lo bueno ni para lo malo. Queda en los anales de la memoria la última actuación mediocre de Charly. Pero así como no se le recuerda un mal partido, es difícil destacarle por encima de los demás, ya que, siendo un gran jugador, no está ni mucho menos al nivel de Queco, y ayer que tenía su oportunidad de gloria, quedó eclipsado por la exhibición de algunos de sus compañeros. Aun así, metió el que quizás fuera el gol más decisivo del partido, el que adelantaba 2-1 a Mangecster: robo de balón, contrataque con dos compañeros ocupando sendas alas y disparo imparable de punxot desde el borde del círculo central del campo, dejando con un palmo de narices tanto a los dos compañeros que corrían el contrataque como al propio portero rival.

Fuentes: Partido laborioso el suyo. Cumplió con creces en el harto complicado cometido de sustituir a Queco. Intachable en labores defensivas, anulando al director de juego rival y tapando los huecos que Tabares (dedicado a otros menesteres) dejaba en el costado izquierdo. Sumó otro de los goles importantes, el 1-4, finalizando un contrataque magistralmente dirigido por Ventanilla.

Edu: Qué decir del partido que se marcó ayer Tabares. Huelgan comentarios, basta con recordar los datos: siete goles... ¡Siete! En el banquillo, Tabares Senior y servidor parecíamos Don Pimpón y Espinete. Su padre era Don Pimpón porque iba contando los goles de su churumbel como en el pinball de Barrio Sésamo: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7... "¡Ese es mi Edu!" "¿Lo has visto? ¿Lo has visto?" "Que sí, señor, lo he visto, lo he visto" "¡Ya lleva cinco!" ¡Chuta, chuta! Y venga a reírse.... Yo era Espinete porque se me erizaba hasta el vello de los cojones cada vez que un disparo suyo besaba las mallas. Llegué a casa con el pelo de punta de tanto mesarme los cabellos de incredulidad. Mai dels mais s'havia vist una exhibició com aquesta...

Ventanilla: No metió siete, ni seis ni ninguno, pero para mí fue el mejor de todos. Hizo todas las cosas que debe y sabe hacer pero nunca hace. El mejor ejemplo de jugador que actúa liberado sin el líder: toda una demostración del juego que debe hacer el tío más adelantado de un equipo de fútbol sala y fútbol siete: controlar de espaldas, aguantarla, esperar a que suban las alas y escoger la mejor opción de pase o disparo a puerta. Dio por los menos cuatro goles mascados. No tuvo suerte cara a puerta en un par de ocasiones, pero esta vez no se le puede reprochar nada.

No me queda más que decir excepto: ¡Enhorabuena equipo!

P.D. Ahora vienen los dos partidos más importantes de la temporada, contra dos rivales duros: Benavídez, si vienen todos, es un equipo de nuestro nivel; y Prosikitos es un equipo superior, pero si se juega como ayer se puede ganar perfectamente, o al menos no perder (lo que nos valdría para ser campeones).

divendres, 14 de març del 2008

¡Héroes!

Los soldados que se llevan medallas al mérito militar suelen ser aquellos que protagonizan acciones heróicas en las circunstancias más adversas. Son personas valientes, semidioses de la Edad Moderna que se sobreponen a todo tipo de penurias sólo por mantenerse fieles a sus ideales. Este tipo de sujetos no son ordinarios, más al contrario: escasean como los rovellons en primavera.

¡Desertores!

Como en la vida, en el deporte se encuentra uno con todo tipo de calaña: pundonorosos y mingafrías; talentosos y zopencos; competitivos y maricón_plejines (últimamente escucho demasiado a don Federico, me he subscrito con el Itunes a la tertulia de La Mañana, recomiendo fervientemente la del martes). Decía, pues, que en un batallón y en un equipo hay de todo. Mangecster no es la excepción.

Ayer teníamos un partido decisivo. Había que ganar o ganar para continuar líderes y con opciones de conseguir el campeonato por tercera vez. La gran mayoría de la plantilla despreció miserablemente la magnitud del reto: unos se borraron; otros alegaron motivos de salud; algunos tenían que afrontar sus responsabilidades laborales. Eso es lo que nos dijeron.... A mí no me valen pretextos. El equipo os necesitaba y no estábais. En fin, cada uno es libre de tomar propias decisiones, y son éstas las que definen la valía de cada persona. Pero no voy a perder ni una línea más con los desertores, no se lo merecen. Este post es un homenaje a los valientes.

Nous Serveis 4 - Mangecster 6

Como era de esperar, fue un partido trabado, feo y un poco bronco. Mangecster se presentó, más que en cuadro, en triángulo escaleno (esos que no tenían ni un lado igual). Sólo 3 jugadores de la plantilla estaban en perfectas condiciones (Bertran, Charly y Edu). Sé el uso del apelitivo perfecto aplicado a estos tres suena inverosímil incluso acompañado de un sustantivo como condición, pero hoy me siento generoso. El resto, hasta completar el sexteto que se presentó, tenían problemas de diversa índole. El séptimo hombre fue Isidre, que ha sido la aportación más positiva de Ventanilla al equipo en los últimos meses.

Pelut: Hay que ser un tío muy especial para salir al campo con esa pinta. Sólo una persona en paz consigo misma, alguien que se siente querido por sus amigos y que mira siempre el lado brillante de la vida puede atesorar la valentía y la poca vergüenza de ponerse bajo palos con la sudadera de portero de Mangecster, un pantalón corto a la altura de la ingle, los calcetines grises de la abuela y unas botas del Decathlon de 15 euros. Y si encima es un tipo espigado con unas piernas que parecen procedentes de Munchausen y una fachada general digna de Neil de "The Young Ones", imaginaos el panorama. A todo eso, los cuatro primeros chutes fueron gol, la mayoría rebotes desafortunados. Creo que en la primera parte paró una. En la segunda no le chutaron, pero dio una lección de veteranía y saber estar: esas pérdidas de tiempo en el saque de puerta, esos ánimos a un equipo físicamente destrozado... (Anímicamente) imprescindible.

Bertran: Partido completísimo del que ayer era el pal de paller de la defensa de Mangecster (cómo nos hemos de ver). Lo único que nos recordó al Bertran de toda la vida fueron los dos goles que regaló. Por lo demás, estuvo magnífico. En uno de los parones del juego, en un córner a nuestro favor, Bertran y yo éramos los últimos hombres y nuestras miradas se cruzaron. Después de repasarlo de arriba a abajo para confirmar que era él, no tuve más remedio que aplaudirle y felicitarle por el partido que estaba haciendo. No daba crédito a esas anticipaciones, a esas incorporaciones al ataque con el balón pegado a los pies, a esos cruces rapidísimos solventando errores de marca de sus compañeros. Fantástico.

Isidre: Si el Barça ganó la Copa de Europa con una defensa formada, entre otros, por Nando y Juan Carlos, por qué no vamos a ganar nosotros un partido con Isidre. No me veo con corazón de rajar de un jugador que nos ayuda en momentos críticos, y más cuando su actuación resultó bastante aceptable. Eso sí, viendo el chute que hizo en la única ocasión en la que se quedó sólo ante el portero, creo que fue un gran acierto ubicarle en la parte de atrás.

Edu: Supongo que el hecho de que el único recambio que teníamos en el banquillo fuese su padre le motivó. Marcó un golazo, que además fue el más importante (el rival se había puesto por delante 4-3). Sigue pidiéndola demasiado para lo poco que combina con los demás cuando él tiene la bola, pero al menos ayer defendió bastante más de lo que en él es habitual. Probó mucho el chute, lo cual está bien porque el suyo es probablemente el mejor disparo del equipo. El problema es el de siempre: tarda más en conectar con la bola que los gemelos Derrick en la catapulta infernal, que entre que se preparaban, hacían el vuelo e impactaban a puerta ya se había acabado el capítulo.

Charly: Bien, como casi siempre. A un tío que está más cerca de la edad de Romario que la de Henry no se le puede pedir más. Fue un puñal por la banda derecha. Un puñal de esos plástico que usas en el Carnaval cuando que disfrazas de Jack el destripador (porque definió más bien poco) pero una amenaza para el rival en cualquier caso.

Queco: Mi novia no me habla (lo que me indica que hoy no va a haber "siesta"), no he dormido en toda la noche ni con la esterilla enchufada, veo las estrellas incluso sentado mientras escribo estas líneas y esta tarde voy a tener que pagar 25 euros a la fisioterapeuta por un masaje. Y yo me pregunto: ¿Por qué? ¿Qué me empuja a dejarme la piel y otras cosas por un equipito que, lejos de venerarme, censura mis prontos? ¿Cómo un pelotero de mi calidad ha acabado sacrificándose por una colla de mindundis, abrazafarolas, correveydiles, arribistas, lametraserillos y falderillos cuyo talento conjunto no alcanza los tacos de mis botas? La respuesta, como tantas otras, está en Groucho: "Nunca pertenecería a un club que admitiera como socio a alguien como yo."

Ventanilla: Ya ha quedado claro que su mejor aportación fue traer a su colega. A parte de eso, el único corte de balón que ha hecho en las últimas cuatro temporadas sirvió para evitar que Queco robara una bola en el centro del campo y se fuera sólo en dirección a la portería contraria, con el añadido que esta "acción defensiva" tuvo la virtud de descolocar a todo el equipo. La jugada acabó con un gol en contra. A parte de eso, empujó tres pelotas hacia dentro de la portería rival. A su favor, únicamente decir que según él tenía molestias en la espalda.