dimarts, 5 de febrer del 2008

Resacón

Yo podría haber sido un buen jugador. No sé si profesional, pero sí podría haberme ganado unos buenos durillos con esto del fúbol. Mi problema fue que le fui siempre fiel a un mismo club, y eso me impidió prosperar. En efecto, fui durante los mejores años de mi carrera miembro honorífico del club "Se dejaba llevar". Tampoco es que fuera el presidente del consejo de Administración (ese era un amigo mío y acabó muy mal) pero sí podría haber optado a la secretaría general. En el campo era un jugador con mucha clase y poco empeño. En el vestuario, era un compañero controvertido, pero siempre dispuesto a dar la cara por una causa justa. Pero donde era realmente peligroso era en las cenas de equipo. Más que una piraña en un bidé. Me dejaba llevar...

Anoche tuve un déjà vu: un partido duro, una victoria trabajada, una celebración desenfrenada. El tercer condimento de este menú era absolutamente baldío. Gratuito. Nadie más del equipo venía al antikaraoke. Tenía a mi amada esperándome en casa, sufriendo. A las malas, podía ir, ver la grandiosa actuación de Doctor Teixi y volver a casa. ¡Qué va! Del Sidecar al Milano. El Milano chapado. Del Milano al Negroni. Whiskazo. Y del Negroni al antro más funesto de Barcelona. A hacer la última. El Papillón. Madre mía, no hacía años que no iba... No hubiera sabido llegar. Entre otras cosas, porque es una puerta plateada cerrada a cal y canto. Tienes que tocar un timbre para que, al minuto, salga un negrazo a abrirte. Imaginaos qué tipo de personajes puede haber en un garito así un lunes a las 4 de la mañana. Si no os lo imagináis, este artículo (en inglés) puede ayudaros a que os hagáis una idea. El caso es que ayer (hoy) yo era uno de ellos. Y hace 10 años, también. Pero en vez de Teixi me acompañaba el defensa central de mi equipo. Un fuera de serie. Su problema, mi problema, es que se dejaba llevar. Y por eso no llegamos a ningún sitio.

Mangecster 4- Juguem Tots 3

Buff, qué resaca... A ver, por dónde íbamos, a qué habíamos venido aquí... Ah sí, el partido. Buen partido, sí señor, muy buen partido de Mangecster. Batimos a un equipo técnica y físicamente superior. La primera parte fue suya de principio a fin. Colocaron un tío encima de mí y otro con Ventanilla. Sus dos alas eran más rápidos y más fuertes que los nuestros. Tenían un buen portero y un muy buen cierre. Nuestra único recursos eran los balones bombeados. En uno de ellos marcamos el primer gol, que empataba a 1 el partido. Al descanso nos fuimos 2-1 abajo y con malas sensaciones.

Pero Mangecster es un equipo de raza. Una variante táctica desequilibró el partido. No sé quién la propuso. No fui yo, pero me pareció buena idea. Había que probar algo diferente: Morancho adelantó su posición al pivote del 2-3-1, desplazándome a mí a la derecha. Les matamos. Dejaron de seguirme por todo el campo y tuve más tiempo para pensar y más espacios para crear. Resultados inmediatos: controlo en banda, Xarly me dobla, se la pongo en carrera y trazallo: 2-2; presiono a su cierre, robo, recoge Ventanilla, dos para uno, se la chupa y gol, 2-3; con el rival volcado, vuelvo a robar, me voy solo, dos para uno con Ventanilla, se la doy (hola amiguitos, hoy vamos a ver la diferencia entre chupársela y darla) y cortan con la mano. En el saque de falta, jugada ensayada y gol de Xarly: 2-4 y pa casa. Su último gol fue anecdótico.

La soledad del Man of the Match

Pelut:
Inconmensurable. Mai dels mais li havia vist fer una aturada como la que hizo con el 2-3: sacó una mano milagrosa en un chute raso, fortísimo y ajustado al palo derecho de su portería. Desde la óptica de los que estábamos detrás del chutador era un gol clarísimo. Pero Pelut sacó la manopla. Sólo uno o dos dijeron "¡Bé Pelut!" Pero es que los demás se habían quedado sin palabras de la emoción. Fue como cuando Stallone le para el penal al alemán en Evasión o victoria. Nadie esperaba que de ese cuerpo desgarbado surgiera tal reacción felina. Gallina de piel. La pelota fue a corner. Mientras nos situábamos para defenderlo, los jugadores de Mangecster nos mirábamos incrédulos:"Ho haveu viiiiiist? Y para rematarlo, tres minutos después hizo otra similar. La mare que el va parir!

Bertran: A ver, parece mentira que aún no me conozcáis. Algunas de las cosas que escribo ni siquiera las pienso. Hay un componente literario en este blog. Me permito algunas licencias, que para eso es el mío. No deberíais tomaros las cosas tan a pecho, hombre. ¡Ojo! Que a mí no me parece mal la actitud milhombres en un defensa. Pero si lo haces, que salga de ti. No te sientas obligado a actuar así sólo por respeto a mi abrumadora superioridad de criterio. De todos modos, no hay mal que por bien no venga. Cuando se está cabreado, se juega mejor. Más concentrado.

Morancho: Como casi siempre, fue un valladar en la retaguardia. Fue creado para la destrucción, como las AK-47. Porque lo que es construir, ni el Lego. Lo más parecido a una jugada elaborada que tiene cabida en su mente es la falta de Wembley, en la que hubo tres toques de tres jugadores distintos. Pese a todo, sigue siendo imprescindible. Hasta le salió un buen pase largo y todo, que Queco cabeceó a la red con maestría. Casi mejor que siga con lo de los desplazamientos, porque abusa de la conducción. Y además, abusa en doble sentido: porque lo hace muchas veces y porque tratar con tamaño desprecio al balón es abusar de él.

Toni Kaiser: Bien, sin alardes. Fue el que más empuje le imprimió al equipo. A la que te despistabas, lo veías en el extremo opuesto al de su posición en la pizarra pidiendo la bola. Algo se toma antes de los partidos porque no es normal esa energía es un hombre de su edad. Costacurta a su lado estaba para el geriátrico. Y en la media parte, con todo el equipo por los suelos de agotamiento y desazón por la dinámica del juego, él abogaba por el jogo bonito. Sólo una pega: ya hace bastantes partidos que no nos deleita con uno de esos pases mirando al tendido. Se rumorea que la última vez cogió una tortícolis del tirón que le dio el cuello, la cual cosa le impidió cumplir con sus resposabilidades de esposo por unos días. Su mujer le ha exigido que no lo intente más.

Xarly: Decisivo, las cosas como son. Metió al equipo en el partido con el golazo del 2-2. Nadie daba un duro por él en esa jugada, pero le pegó con todo y aquello parecía el tiro del halcón de Mark Lenders. Más tarde, anduvo listo para sentenciar el partido culminando una jugada que ensayó con Queco el pasado viernes en la Mestressa. Creo que fue entre la quinta y la sexta cerveza. Me estaba contando que su hija es lo que más quiere en el mundo y yo le dibujé en una servilleta por dónde se iba a mi casa. Claro, no es lo mismo "tejidos y novedades en el piso de arriba" que "te jodes y no ves nada y encima te pisan". Vamos, que íbamos hasta las cejas de zumo de cebaza y allí nadie sabía lo que decía. Pero la jugada salió de puta madre, oye.

Edu: Otro que cuando se cabreó jugó mucho mejor. No voy a escribir que 10 segundos después de que se fuera al banquillo en un arrebato de cólera empatamos el partido (¡ups!), sino que cuando salió de nuevo su rendimiento fue óptimo (empate). Eso sí, cada vez que se paraba el balón le explicaba a quien le quisiera escuchar que le habían dado una patada y que no hacía falta que todos le gritásemos a la vez: "¡Tabares, al banquillo!". Pero es que de hecho fue un malentendido, porque en realidad lo que nosotros le decíamos era "¡Marcaje a ese pardillo!" -refiriéndonos a su defensor, que subía mucho por la banda. Pero nos entendió mal...

Queco: Un gol y tres asistencias. Si hubiera un BcnDeportiva Fantasy League valdría tres veces el precio del resto de jugadores del torneo juntos. No ponerme de capitán en cada jornada sería un acto de masoquismo. ¿Os fijásteis con qué maestría vi la posición de Xarly en la falta del gol de la sentencia? Soy al fútbol lo que los ceros y los unos a las computadoras: la esencia, el fundamento, la piedra filosofal, la semilla de Adán.

Ventanilla: En la primera parte, fue como Lucía Lapiedra en la Playa Pelícano: aislado, huérfano de compañeros, abandonado a su suerte. Cosa que, por otra parte, ya le va bien, porque total, si estuviera en la isla no iba a compartir con sus colegas ni el plano general de cuando nominan. Y es que el chaval tiene otra cosa en común con Lapiedra: las chupa todas a base de bien. Y muy al contrario que a Pipi, esa manía suya no nos proporciona placer alguno, aunque sí nos levanta una cosa: el ánimo de cagarnos en todo su árbol genealógico.

8 comentaris:

Piquetillas ha dit...

El del cambio tactico, Morancho pal medio, que Queco ya espabilará, fuí yo, coño, que nunca se me reconoce nada.

Sibenik ha dit...

Buenísimo. Cuando explicabas lo bueno que hubieses sido si huieras seguido jugando (cuantas veces lo habré oido!) pensaba que estaba en el Oli comiendo un bocata de salchichón y viendo como leias el Mundo Deportivo.

Queco ha dit...

Por supuesto. Porque cuando alguien me acompaña al Oli, el que lee EMD soy yo. El otro sólo mira cómo lo leo. Ya tiene suficiente premio con ser el único receptor de mis sabios comentarios sobre las noticias. ¿Piquetillas = Tabares? Lo he supuesto por el "pal" y el "fuí"...

Xarly ha dit...

Buen partido, si señor.
Aunque para ser justos hay que decir que se ensayó mucho la jugada del cuarto gol, sobretodo porque dias antes nos salió una anti-jugada, que sirvió para no volverla a hacer nunca más.
Esa anti-jugada hay que destacarla, y por eso entro en detalles:
Lugar: Mestressa
Hora: por la tarde.
Campo: Futbolín, entrando a la izquierda, estaba a rebosar.
Equipos: Noelia/Caballé contra Queco/Xarly
Anti-jugada (verídica) : Xarly lleva la defensa, le pega un zambombazo, el balón pega en el travesaño rival, cambia de sentido, impacta sobre la cabeza de un delantero propio, y pelota bombeada que se cuela por la escuadra.... pero en propia puerta.
Noelia y Pep ni intervinieron, Queco tampoco. Fue la última jugada de mala suerte que tuvimos.

Edu ha dit...

Yo no soy el piquetillas ese y no tengo ningún problema en mostrar mi identidad, además no pongas en duda mi verborrea y mi dialéctica pues supero con creces el nivel de las personas con las que estás acostumbrado a tratar.

Por cierto, echo de menos en tu crónica el momento en el que te robaron un balón en el centro del campo debido a tu exceso de recortes (apúntate al concurso de recortar vaquillas que tienes más futuro) y que acabó con un gol en contra.

De buen rollo eh!

Queco ha dit...

¿Ese qué gol fue? No lo recuerdo en absoluto...

finestreta ha dit...

bidé.

(Del fr. bidet, caballito).


1. m. Recipiente ovalado instalado en el cuarto de baño que recibe el agua de un grifo y que sirve para el aseo de las partes pudendas.


Quicir, que se escribe con b, coño.

Queco ha dit...

Y hasta aquí tus aportciones ¿no? Se agradece la rectificación, hombre. Tosca, ingrata y alevosa, pero se agradece...