dijous, 31 de gener del 2008

Virility

Tengo grandes prejuicios de con las pelis cuyo título acaba en -ity. Me pasa desde que vi Serendipity, una de esas comedias románticas peñazo que sólo accedes a alquilar en el videoclub porque piensas que, con un poco de suerte, habrá prórroga después de la peli. Usted ya me entiende. El problema viene cuando no hay polvo y te maldices por la estúpida manera de desperdiciar la tarde.

Me he molestado en buscar la traducción al idioma del imperio del término Serendipity, y me he encontrado con el palabro serendipia, que designa "un descubrimiento científico afortunado e inesperado que se ha realizado accidentalmente". Accidental es también que más de uno de los jugadores de Mangecster hayan nacido y crecido como hombres. Y es que la virilidad, señores, va más allá del vello que os crece alrededor de los cojones. Para jugar a fútbol hay que tener una actitud recia. No se puede salir al campo como la doncella que pasea por los jardines de Versailles, coño. Ya os dije el otro día que no soporto a la tipa esa de la Jane Austen. Y cuando veo jugar a algunos, no sé por qué, me vienen a la memoria mariconadas de esa calaña.

Y luego están los que sólo les falta cruzarse las brazos por detrás, unir las manos a la altura de donde la espalda pierde su nombre y ponerse a comentar la jugada con el rival. Tal cual los jubilados que se apostillan en las verjas de la Plaza Lesseps para petar la xerrada sobre cómo evolucionan las obras públicas. ¡Hay que joderse! Al rival, me cago en todo lo que se menea, hay que machacarlo. Sólo está permitido dirigirse a él para amenazarle, para reírse de él cuando le haces un caño y para desconcentrarle con burlas sobre su impericia. Y punto pelota. A tomar por culo los "perdona, ¿te has hecho daño?" y los "no te precupes, ya la tiro fuera". ¡Los cojones la tiro fuera! Primero, metes gol, y después, si hay sangre o espuma en la boca, te acercas a ver cómo está el rival. Pero nunca a la inversa. ¡Hábrase visto!

Esta bien, lo siento... Es que me pongo de los nervios con estas cosas. Mariconadas, las justas. Aunque para ser honesto, he de decir que yo antes no era así. De hecho, cuando jugábamos en el campo de cualquier rival cuyo nombre acabara en -ense, siempre tenía un bautizo, una boda o un gripe. Y es que con mi clase y mi elegante manejo era un suicidio ir a feudos como el del Rayo Adrianense, el Besonense o el Polvoritense. Me masacraban. Eso me curtió. Y ahora soy otro.

Aclarado eso, vamos con el 1x1 del Mangecter 7- At. Nihoa 4

Pelut: Se está consolidando. Se atreve incluso a replicar mi criterio sobre a quién se la debe pasar en el saque de puerta. Hizo un par de paradas de mérito y, lo juro por mi padre, incluso blocó un par de disparos. Sí, sí, como lo leen: blocar, atajar. Eso no quita que el día que nos enfrentemos a Prosikitos le demos puerta y llamemos al primo de Costa. Que como diría el señor Lobo, tampoco es cuestión de empezar a chuparnos las pollas.

Bertran: Mira: yo no tengo nada en contra de las buenas personas, todo lo contrario. Pero Mangecster no es una oenegé. Si eso, cuando acacabemos la competición, nos vamos de pretemporada a África en plan misioneros, pero mientras dure la temporada me gustaría ver un poco de genio en el campo. Payos con horchata en las venas, a hacer de controlador aéreo. Fue realmente curioso escucharle un "¡No la perdemos eh!" dos minutos después de regalar el balón en el área propia por querer (y no saber) regatear. Al menos acabó despenjándola desde el suelo. Por lo demás, bien en el despeje con la cabeza y no tanto con el juego raso. No cometió ningún error de aquellos que dices "Anda nen, vete a dar un paseíto al jardín con la pelotita de goma", lo cual es un mejora.

Charly: En su reaparición, le tocó retrasar su posición por las ausencias de Morancho y Kaiser. No sé si es que se acordaba de jugar atrás o directamente no se acordaba de jugar a fútbol, pero el caso es que hasta el minuto 30 no entendió lo de "¡No subas!". Y, vamos, creo yo que no ha lugar a confusión en esta sentencia. No subas. Evita la acción de subir al ataque. Pues nanai. A lo suyo. Metió un gol en una de sus incorporaciones y ya se creía Dani Alves. En fin, tampoco se le puede pedir más. Al fin y al cabo, está en el equipo sólo porque así podemos llamar a su primo sin que se nos caiga la cara de vergüenza.

Borja: Al minuto y medio de dar el primer relevo a los hombres de la retaguardia, se rompió. Eso hizo ver, vaya. El grito super gay que le salió cuando se torció el tobillo parecía más falso que la perilla postiza de El Solitario. Se sospecha que quiere ir al Verdi a ver alguna peli y es tan rancio que no va si no es en el día del espectador. Y claro, como la semana que viene jugamos en lunes y contra un rival fuerte, mata dos pájaros de un tiro.

Tabares: Pide más y aporta menos que una banda de rumanas. Sale del vestuario gritando ¡eh! para que se la pasemos. Según su criterio, siempre está solo. Y si no se la damos le tenemos manía y somos unos cabrones que le queremos hundir. El hecho de que nos metieran dos goles por sendas pérdidas suyas en el centro del campo no es más que una burda excusa. Su aportación más efectiva fue mandar a su padre a buscar hielo para el tobillo de Bogdan. ¡Ah! También le hizo un caño a un tipo de 130 kilos que se llamaba Cecilio.

Fuentes: Necesita estar 10 minutos en el campo antes de hacer algo decente. Claro, calienta menos que la estufa de postguerra que tiene mi abuela en la casa de Ripoll. Y como viene de uvas a peras, le falta continuidad. Y conjuntarse con el equipo. Y confianza. Y condición física. Y constancia. Y concentración. Y ya no me salen más palabras que empiezen por -con...

Queco: No se puede decir que esté en su mejor momento, pero aun así es la brúj(ul)a de este equipo. Ayer encarrilló la victoria dos goles y una asistencia a Costa. Después, tuvo que sacrificarse en labores defensivas. No es lo suyo pero consiente en aplicarse a ello por la generosidad y el altruismo que le caracterizan. Aprovechó para sacar del partido a base de perrerías al único rival que tenía pinta de distingtuir una pelota de fútbol de una de rugby.

Ventanilla: Marcó los últimos cuatro goles de Mangecster, y hay que reconocer que su papel ayer fue importante (iba a poner determinante, pero no me sale de los huevos). Un par de ellos fueron en momentos difíciles para el equipo. Hay que decir, en honor a la verdad, que los defensas de At. Nihoa hicieron gala de una cintura comparable a la de Monserrat Caballé dándole al hulahop. Pero sí es cierto que gran parte de sus goles se los fabricó él solito, menos el último, que fue la clásica jugada coast to coast de Queco, con robo y quiebros incluidos, que acaba en un "Anda, chavalín, mételo tú que a mí me da la risa".

6 comentaris:

Unknown ha dit...

Achoooooo
Como te pasas! yo como no juego me parto el culo pero ...

Queco ha dit...

Sí, sí, sí, tienes razón. Se me va la olla un montón...

Xarly ha dit...

Está claro que entre las crónicas de hace unos años y las de ahora, además de tiempo, ... ha pasado algo.
Por favor... si alguien le debe pasta al Queco que se la devuelva ya!!

Queco ha dit...

Esto va a ser que con la confianza se pierde el respeto. La convivencia destruye el amor.

Borja Rius ha dit...

ei gossos!!! si hi ha algu que simula lessions i s'esborra dels partits importamts aquest no sóc jo.

Sibenik ha dit...

Joder, esto no se hace. No me puedo aguntar la risa.

Es cierto el rumor que dice que Bogdan es el nuevo Hagi, por aquello de los esguinces de pulmón.

Por cierto, tal y como lo describes ventanilla parece Van Nistelroy.

Ah, y pobre Xarly, no te mentas con él que ya tiene una edad. Creo que la misma que Donato.